El divorcio de Shakira y Gerard Piqué se convirtió en una de las noticias del año para la prensa rosa. Después de comunicar el pasado mes de junio su intención de separarse tras 12 años de relación y dos hijos en común, también se destapó que el futbolista del FC Barcelona había iniciado una relación con una joven desconocida, hasta ahora.
A pesar de que la periodista Laura Fa solo dio sus iniciales, el tabloide británico The Sun ha sido el encargado de poner nombre y apellido a una de las mujeres más buscadas del momento. Se llama Clara Chia Martí, tiene 23 años y es natural de Barcelona. De la nueva novia de Piqué se conocía, aparte de su juventud, que es estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas y ha trabajado como azafata.
El mismo diario revela que la nueva ilusión de Piqué trabaja en su productora audiovisual, Kosmos. "Gerard y Clara se han estado viendo durante meses", dice el tabloide y, sobre ella, que "es una estudiante que también trabaja para él en su oficina, organizando eventos".
"Han mantenido su relación en secreto, pero todos los que les rodean saben lo que está pasando", aseguró a The Sun una fuente cercana a Piqué y la mujer con la que mantendría una nueva relación sentimental. El entorno del futbolista habría contribuido a guardar el secreto sobre la identidad de la joven, y ésta incluso eliminó todos sus perfiles de redes sociales para que nadie diera con una fotografía suya.
"Lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión", señalaba el escueto comunicado divulgado en junio por la agencia de comunicación de Shakira, que pretende quedarse con la custodia de sus hijos y mudarse a Miami.
La relación de Shakira y Gerard Piqué era una de las más estables y envidiadas del panorama nacional. La prensa de Barcelona publicó los detalles de una crisis que se alargaba ya en el tiempo. El Periódico hablaba de las entradas y salidas del capitán del FC Barcelona en su piso de la calle Muntaner, en la ciudad condal, y los vecinos aseguraban que pasa allí noches y días enteros.