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La hija que trae de cabeza a Steven Spielberg: actúa y dirige en películas porno

No todo es grato y familiar en la vida del rey midas, Steven Spielberg.

No todo es grato y familiar en la vida del rey midas, Steven Spielberg.
Steven y Mikaela Spielberg. | Cordon Press

No siempre la fama acompaña en lo más íntimo y familiar a personajes tan universales como Steven Spielberg. Nadie le discute su notoriedad en el cine, considerado un genio. Quien personalmente resulta un ser adorable, educado, tranquilo, como comprobamos una tarde en Granada cuando nos atendió con amabilidad, en vísperas de incorporarse a unas escenas de su saga de Indiana Jones. En su vida privada, ha tenido un sonoro fracaso matrimonial, que lo puso casi a las cuerdas de la bancarrota al divorciarse. Y un asunto que le duele: el de una hija que, pudiendo intervenir en algunas de las producciones de su padre, ha preferido ganarse la existencia por su cuenta trabajando como guionista, productora e incluso actriz en películas pornográficas.

Steven Allan Spielberg vino al mundo el año 1946 en Cicinatti, Ohío, de familia judío-ortodoxa. Su padre, ingeniero eléctrico; su madre, restauradora. Se divorciaron cuando Steven era muy niño. Se fue a vivir con su progenitor a California. Padeció acoso escolar en una escuela, sólo por la circunstancia de su religión. En 1958, perteneciendo a un grupo de "scouts", dirigió su primer largometraje, Firelight, cuyo coste sólo fue de quinientos dólares. El comienzo de una brillantísima carrera que asombró no sólo a los cinéfilos, sino a espectadores de toda clase de gustos, y en particular, en algunos títulos, a los niños: Encuentros en la tercera fase, Tiburón, la saga de Indiana Jones, El color púrpura, La lista de Schindler, Minority Report, El puente de los espías y recientemente su nueva versión de West Side Story. Películas en las que a veces unió sus tareas de guionista y realizador, otras sólo esto último, y productor de la mayoría con su socio George Lucas.

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Spielberg y Amy Irving | Cordon Press

Como en su caso no se trataba de un seductor tras las faldas de cuantas mujeres llamasen su atención, Steven Spielberg, algo tímido y por lo general concentrado en su profesión, únicamente tuvo entre sus amistades femeninas a algunas actrices, con una de las cuáles contrajo su primer matrimonio: Amy Irving, a quien recordamos por su estupenda interpretación en Yentl, junto a Barbra Streisand, que además la dirigió. La boda fue en 1985, tuvieron un hijo, Max Samuel, y se divorciaron cuatro años más tarde. Asunto que trascendió a la opinión pública, porque el célebre director hubo de pagar a su ex la respetable cantidad de ¡cien millones de dólares!, lo que dejó tiritando a sus cuentas bancarias.

Se ve que Steven necesitaba enseguida otra mujer. Es aquello de nuestro refrán de que una mancha de mora con otra nueva se quita. Y eligió esta vez para casarse en segundas nupcias a Kate Capshaw, coprotagonista con Harrison Ford de Indiana Jones y el templo maldito. Fue en 1991. Tienen siete hijos.Y viven cerca de Los Ángeles, en una mansión "de película", claro, en Pacific Palisades. Uno de ellos es aportación de Kate de una relación anterior; está también, en el mismo caso, el ya antes mencionado Max; y luego, los cinco retoños de ambos. Todos ellos se dedican a la moda, la música, la interpretación y también a la fabricación de video-juegos. Pero de los siete, es Mikaela la que ha traído de cabeza al buenazo de su padre.

Esta chica ya se complicó la vida al separarse de su pareja. Y en esa etapa no encontró más solución para no depender de su padre que dedicarse a actuar en clubs de "strip-tease" y luego a escribir historias para rodarlas dentro del género pornográfico, en el que ya quedó dicho que oficia de guionista, realizadora e incluso actriz. Al enterarse Steven, por poco le da un yuyu. Finalmente hubo de convencerse que siendo Mikaela mayor de edad podía hacer de su capa un sayo, y acabó diciéndole que contara con él si alguna vez lo estimaba preciso. Ella declaró esto en las páginas de The Sun: "Es mi vida y hago con mi cuerpo lo que quiero, así no dependo económicamente de nadie".

Indagando en su historia, pudimos enterarnos que fue violada en su adolescencia. De ahí, pasó a drogarse. Tuvo una funesta pareja. Y más tarde ya es cuando no encontrando mejor camino, decidió dedicarse al "porno". ¡Una Spielberg…! Para amargarle los días al afamado director. "Debí ser un padre más estricto", concedió.

La fortuna del genio se estima en cuatro mil millones de dólares. Propietario de empresas relacionadas con el cine (creadora de Los Goonies y Los Gremlins). Posee otros prósperos negocios: parques de atracciones, inmobiliarias… Con razón lo llamaron hace tiempo "El Rey Midas de Hollywood". Pocos de sus proyectos no han llegado a buen puerto, pues siguiendo ese sobrenombre, cuanto toca se convierte en oro. Uno de los que le fallaron fue el de dirigir una versión de Harry Potter, la piedra filosofal en dibujos animados: la productora que iba a financiarlo lo rechazó.

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