El culebrón del que han formado parte este verano Santiago Pedraz y Esther Doña ha incorporado recientemente a un nuevo personaje: Bruno R., el atractivo empresario que estos días consuela a la viuda del marqués de Griñón y cuya identidad se desveló en la crónica rosa de Es la mañana de Federico pocos días después de conocerse la ruptura.
Poco a poco conocemos más detalles del misterioso hombre en el que se apoya Esther Doña, perteneciente a una familia "con posibles", según desveló Paloma Barrientos este miércoles en esRadio, que apunta a que la madre de Bruno "es una gran especialista del mundo de la cirugía". Como ya contó Beatriz Cortázar, la noticia de una posible relación entre ambos no sentó muy bien en el entorno de Bruno, que ya habría mostrado su preocupación.
"Están absolutamente todos conmocionados", apuntó Barrientos, ya que Bruno mantenía una relación seria con una mujer llamada Carla desde hace aproximadamente cinco años y vivían juntos en un casoplón de La Moraleja con el hijo de ésta y los tres hijos de él". La pareja se comportaba como un matrimonio y en su vida todo parecía estabilidad... hasta que apareció Esther Doña.
Cuenta Barrientos que toda la familia, incluidos los padres de Carla, pasaron las vacaciones de verano navegando a bordo del yate de Bruno pero de un día para otro, tuvieron que abandonarlo cuando llegó Esther invitada. Resulta que el empresario naviero se había enamorado de la exmodelo y decidió ‘dar puerta’ a su pareja por sorpresa, que se encuentra "destrozada". "Ahora entiendo el papelón de Pedraz, claro. No es que dejara a Esther como dejó a Sylvia Córdoba, así de pronto, es que se dio cuenta de que no era su ilusión", opinó la periodista.
Sobre Carla, Barrientos desvela que es una mujer trabajadora normal y familia que no esperaba para nada este varapalo. "Me dicen que es monísima, muy buena chica, tiene muy bien carácter y siempre está pendiente de su familia, trabaja con el padre... Es decir, que puedes pensar que, para el perfil de este chico, es una mujer súper exuberante, pues nada. Muy dulce y muy buena chica".
Una rocambolesca historia que promete dar mucho de sí mientras sigan saliendo a la luz más detalles de la ruptura del juez y Doña. "Esto es un montaje evidente de un tío que no se atreve a romper decentemente con su mujer y hace que sea la querida/amante la que fuerce la situación para que la "decente" dé por roto lo que él no se atreve a decir", opinó Federico Jiménez Losantos sobre la separación de Bruno y Carla.