
Anunciado como uno de los eventos más relevantes del año en Telecinco, este martes se estrenó al fin la segunda temporada de la docuserie protagonizada por Rocío Carrasco, En el nombre de Rocío. Una nueva tanda de capítulos con los que La fábrica de la tele pretendía repetir el éxito de su primera entrega, Rocío: contar la verdad para seguir viva. Nada más lejos de la realidad.
Ya sea por la pésima estrategia de programación de Telecinco, que decidió emitir la temporada completa en su plataforma de pago antes de hacerlo en abierto, o por el hartazgo de los espectadores con la figura de Rocío Carraco, lo cierto es que la emisión de este martes fue un completo fracaso marcando un paupérrimo 11,8 de share y apenas un millón de espectadores. Superado de lejos por su mayor competidor, Antena 3, que programó un nuevo capitulo de la serie turca, Hermanos, con la que logró 1.387.000 de espectadores y un 14,4% de share.

Estos datos confirman la losa que ha supuesto esta docuserie para Telecinco: varios retrasos en las grabaciones, amenazas de los Mohedano y Ortega Cano con acudir a los juzgados y una productora dispuesta a todo por la audiencia. Espectadores que este martes decidieron dar la espalda a una serie de quince capítulos de más de una hora de duración centrada en una protagonista que es víctima de todo y de todos y con una manía persecutoria digna de estudio.