
El príncipe Harry y Meghan Markle no fueron invitados a la recepción ofrecida en el Palacio de Buckingham para 500 mandatarios y líderes mundiales. El matrimonio abandonó voluntariamente la Familia Real británica en enero de 2020 para trasladarse a Estados Unidos, dando lugar a toda una crisis en el seno de la Casa Real.
Harry, que carece de títulos militares, pudo lucir traje militar en la vigilia del sábado. Pero la distancia ha sido más que evidente entre los duques de Sussex y el resto del grupo.
La pareja tuvo que enterarse por la prensa que no estaban invitados a la ceremonia. Una circunstancia que la Casa Real atribuye a un fallo de protocolo y de comunicación, ya que la cita -que la pareja sí recibió en un principio la semana pasada- en realidad estaba reservada únicamente para los miembros activos de la Familia Real, por lo que fue posteriormente retirada.
Tampoco estuvo el príncipe Andrés, apartado de al agenda real por el escándalo sexual en el que está implicado y que él niega tajantemente.
La exclusión supuso un golpe no solo para el príncipe Enrique como quinto en la línea de sucesión al trono, sino también para su esposa Meghan.
El lunes abrieron las puertas de la abadía de Westminster, en Londres, a las 8.00 hora local (7.00 GMT) para la llegada de los más de 2.000 invitados que asisten al funeral de Estado por la reina Isabel II, fallecida con 96 años tras más de siete décadas en el trono del reino Unido.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto con más de 500 jefes de Estado y mandatarios globales, acuden a la ceremonia religiosa, que comenzará a las 11.00 hora local (10.00 GMT).
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el emperador de Japón, Naruhito, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la presidenta de la India, Droupadi Murmu, el vicepresidente chino Wang Qishan y el emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, están entre los asistentes.
Los principales mandatarios que han viajado a la capital británica asistieron el domingo por la noche a una recepción en el palacio de Buckingham, invitados por el nuevo rey del Reino Unido, Carlos III.