
Victoria Federica ha regresado de Perú, un viaje en el que ha acompañado a su buen amigo -y quizá algo más-, el torero Andrés Roca Rey, en el evento Elle Cancer Ball. Se trata de una gala solidaria para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, una más de las múltiples apariciones a las que la hija de la infanta Elena tiene ya acostumbradas a la prensa.
Tras su escapada peruana, Victoria Federica se dejó caer en Madrid con un vestido rosa de lentejuelas del diseñador Fernando Claro. Queda claro que la joven forma ya parte de la extensa galería de celebridades que recorren los eventos españoles, y que ha llegado para quedarse.
Cabe señalar que ha llegado a eclipsar a otras invitadas como Bar Refaeli o Elizabeth Hurley. "Ay, de verdad", fue su contestación cuando la prensa la catalogó de influencer durante su aparición en el evento.

No obstante, Victoria no suelta prenda sobre su vida y acostumbra a arrugar el rostro cuando le preguntan por su agitada vida sentimental. De hecho evitó atender a la prensa durante la gala y fue cuando abandonaba el Teatro Real en compañía de sus grandes amigos Tomás Páramo y María García de Jaime.
Como era de esperar, silencio absoluto al respecto de este tema. Una confirmación sin palabras de su historia de amor con el torero, que parece cada vez más evidente para todos.
Sonriente cuando le preguntan por otros temas, Victoria ha confesado que se lo ha pasado "muy bien" durante la gala, encantada por aportar su granito de arena a la lucha contra el cáncer: "Siempre, siempre".