Menú

Marco Pérez, un fenómeno del toreo con 15 años que apunta a periodista

El joven Marco Pérez es una promesa del toreo que apunta maneras.

El joven Marco Pérez es una promesa del toreo que apunta maneras.
Marco Pérez. | Fundación Cajasol

Hacía setenta y un años que en la Maestranza sevillana no se cortaba un rabo. Trofeo que junto a las correspondientes dos orejas de la res que le cupo en suerte, paseó por el anillo para después salir a hombros por la Puerta del Príncipe, honor que sólo se concede a los grandes triunfadores. Fue en el festival benéfico celebrado el pasado día de la Hispanidad, entre el delirio del público. Se anuncia Marco Pérez, sólo tiene quince años y si la suerte le acompaña está llamado a ser un número 1 del toreo. Una predicción no siempre fácil, porque las cogidas cortan muchas veces los sueños de infinidad de jóvenes que sueñan con la gloria en los ruedos. Pero éste reúne tan excelentes condiciones tanto con capa y muleta que el pronóstico se basa en sus excelentes condiciones para la lidia, lo que ha hecho patente en cosos españoles e hispanoamericanos.

Los que quieren ser toreros comienzan pronto su andadura; algunos incluso siendo niños, otros, adolescentes. Hasta que se visten de luces transcurren años, pero ya están mentalizados del futuro que sueñan. Julián López "El Juli", hoy una gran figura, famoso y millonario, empezó cuando era un pipiolo y hubo luego de irse a México, porque en España no le permitían torear. Émulo suyo ha resultado ahora Marco Pérez, quien a su corta edad ya "arma el taco" allí donde hace el paseíllo. Aunque ha de hacerlo únicamente en tentaderos, becerradas, festivales, vistiendo de corto. De luces no lo autorizan hasta que alcance los dieciseis años. Por eso ha tenido que marcharse a Perú, Ecuador y Colombia, donde no ha tenido los problemas legales de aquí.

Marco Pérez es un chico espabilado natural del pueblo salmantino de San Esteban de la Sierra. Su padre, Vicente, fue novillero pero la suerte le fue adversa y se retiró pronto. En su hogar siempre hubo fotografías taurinas, recuerdos de ese pasado. Y en tal ambiente casero el pequeño Marco comenzó a sentirse aficionado al arte taurino, sobre todo cuando su progenitor lo llevó a contemplar el Bolsín como lo llaman en Ciudad Rodrigo a los festejos para aspirantes toreros. En el Carnaval del Toro, Marco acrecentó sus ilusiones. Cuando contaba nueve años, le permitieron tomar parte en un festival. Ya apuntaba maneras, que se dice. Se inscribió en la Escuela Taurina Salmantina. Y a partir de 2015 es cuando poco a poco se fue dando a conocer en su tierra en calidad de becerrista.

Él dice que su padre no le inculcó esa pasión taurina, que es cosa suya. Entrena cuando puede, pues primero son los estudios, sacando buenas notas. Practica deportes: fútbol, atletismo. Lee mucho, sobre todo relatos relacionados con los toros. Él mismo escribe algunos. Va a cazar. Le gusta el campo, ver las vacas. Acude desde hace tiempo a los bares donde se suceden charlas taurinas, lo que se le supone alternar con gente mayor. Un niño prodigio, porque ya ha se ha constatado que tiene aptitudes, como demostró en la plaza de toros de Badajoz, cortado trofeos y llevado en hombros, seguido por la chiquillería. Ha tenido el honor de alternar en festejos junto a grandes figuras: "El Juli", a quien mucho admira, Roca Rey y Miguel Ángel Perera; eso en tierras hispanoamericanas como decíamos, donde se ha placeado bastante. Y lo último, ese "bombazo" en la muy exigente siempre Maestranza sevillana.

No es casual que un matador retirado, Juan Bautista, se fijara en Marco Pérez, firmando con el padre de éste un contrato de apoderamiento. Él no quiere que se levanten campanas al vuelo a su alrededor, aunque ya ha sido objeto de reportajes en la prensa y en la televisión. "Sólo soy un chaval que quiere ser figura del toreo", concede. Y, como es un chico responsable, consciente de que también ha de prever su futuro, si el destino como torero le es esquivo. Así es que piensa también estudiar una carrera universitaria, Ciencias de la Información o Medicina. Pudiera ser dentro de unos años colega nuestro y matador de toros a un tiempo.

En Chic

    0
    comentarios