Tras una reunión larga y agónica de 12 horas, Shakira y Gerard Piqué han llegado a un acuerdo. Y ha sido uno inesperado, en tanto la colombiana se mudará con sus hijos Milan y Sasha a Miami, cosa que el exfutbolista no estaba dispuesto a permitir.
El 7 de noviembre, por tanto, Shakira y Piqué culminaron su proceso de separación con otra reunión a la que, naturalmente, no faltaron sus equipos de abogados. Un encuentro que comenzó a las 12 horas y finalizó otras 12 después.
La posición de Shakira era clara: ir a juicio y que fuese el juez quien decidiese el destino de los dos hijos de la pareja. A la casa de la cantante se vio llegar a los abogados de Piqué -Ramón Tamborero- y la propia Shakira -Pilar Mañé-, ambos con semblante sonriente. Les esperaba una larga de unión que se prolongaría hasta muy entrada la noche.
Pese a que en un primer momento se dijo que Gerard había dado plantón a su expareja, poco después se filtró que el futbolista había logrado esquivar a las cámaras llegando a la 'cumbre' en torno a las 14 horas a través del anexo en el que viven los padres de Shakira.
Después de 12 horas de reunión, tanto el defensa, con rostro cansado y sin hacer declaraciones, como los abogados de la cantante y el culé abandonaron el lugar confirmando que pof fin había acuerdo, del que sin embargo han evitado entrar en detalles.
Ha sido, sin embargo, el diario La Vanguardia el responsable de publicar que finalmente ha sido Piqué quien ha cedido. Shakira se llevará a Milan y a Sasha a Miami a principios de 2023, cumpliendo así su deseo de dejar Barcelona y comenzar una nueva vida en su espectacular residencia estadounidense.
Tal y como asegura el periodista Andrés Guerra, Gerard ha decidido dar su brazo a torcer y sacrificarse por sus hijos, ya que la alternativa era ir a juicio y el futbolista no estaba dispuesto a vivir esa experiencia traumática. Un sacrificio muy doloroso con el que cobra más sentido que nunca la frase con la que el defensa se rompió por completo en su último partido en el Camp Nou: "A veces amar significa dejar ir".
Los flecos del acuerdo se están ultimando e incluyen que los niños pasarán en Barcelona las Navidades, pero en cuanto comience 2023 se mudarán a Miami con su madre. A cambio, Piqué podrá cruzar el Atlántico para verlos siempre que quiera -algo más factible tras su retirada del fútbol- y los gastos de sus viajes irán a la cuenta común. Una decisión que le ha costado mucho tomar, pero que ha hecho por el bien de Milan y Sasha, su gran prioridad en estos momentos.