Tras la poco habitual reunión con su familia, el rey Juan Carlos I ha regresado a Emiratos Árabes, donde reside, dejando tras de sí no pocos comentarios por lo deteriorado de su salud. El emérito necesitó ayuda constante para poder caminar, ya no solo de su bastón sino de sus escoltas, y se percibió incluso cierto deterioro respecto a los últimos meses.
Juan Carlos acudió junto a Sofía de Grecia al funeral de Constantino, con quien tuvo una estrecha relación. También estuvieron Felipe y Letizia, ausentes sin embargo de la cena de después del funeral en el hotel Gran Bretaña, como también la princesa Leonor y la infanta Sofía. La presencia real española fue, no obstante, nutrida, con Froilán, Victoria Federica, Juan Valentín, Pablo, Miguel e Irene, que viajaron a la capital griega para estar presentes en una jornada histórica.
Los actos de despedida a Constantino han dejado muchas imágenes para el recuerdo. Desde las lágrimas de emoción de Doña Sofía, la complicidad de la que han presumido Doña Letizia y Marie Chantal Miller y, sobre todo, el citado reencuentro de don Juan Carlos con su familia al completo por primera vez desde que se instaló en Abu Dabi en agosto de 2020.
Sin duda, Juan Carlos pudo disfrutar durante unas horas de la compañía de su mujer, sus hijas y sus nietos. Pero no tardó en desaparecer y partir hacia Emiratos Árabes, su residencia habitual desde hace más de dos años. Todo ello pese a que a Juan Carlos no se le veía públicamente desde el funeral de Estado de Isabel II que tuvo lugar en Londres el pasado mes de septiembre.
Pese al buen humor -mitigado por lo fúnebre de la situación- y su buen aspecto, resultó inevitable observar con preocupación que sus problemas de movilidad han aumentado desde entonces. Juan Carlos camina mucho más lento y necesita la ayuda constante de varias personas para no perder el equilibrio.
Surge de nuevo el debate de si para el rey emérito, que lleva residiendo en los Emiratos Árabes varios años tras sus polémicas económicas y sentimentales, ha llegado el momento de regresar a España y pasar esta última etapa de su vida en su país rodeado de sus familiares y seres queridos.
Podría que el propio don Juan Carlos quiso evitar ese debate y partió enseguida hacia su nuevo hogar. Tras la última cena íntima en un conocido hotel con otros miembros de la realeza europea, donde no acudieron Felipe y Letizia, el rey Juan Carlos puso el broche a la despedida del monarca heleno y regresó rápidamente a Abu Dhabi.
En Abu Dhabi se reunirá, eso sí, con Froilán, que ha decidido mudarse una temporada al Emirato para abrir nuevas vías profesionales -y evitar otras polémicas nocturnas, como la última reyerta nocturna en una discoteca de Madrid-. Allí ha decidido cambiar de casa a una más acorde con sus necesidades actuales. Además, tal y como contó ABC, ha ido recibiendo todo tipo de enseres personales durante este tiempo enviados por Zarzuela, para así adornar su exilio con algunas posesiones personales de gran valor sentimental.