
Ana María Aldón protagoniza su primera portada en solitario en la revista Hola donde enseña la casa que ha adquirido en Guadalajara. La ya exmujer de José Ortega Cano confirma así lo que se venía rumoreando desde el fin de semana en el programa Fiesta, donde se señaló la posibilidad de que enseñase su nuevo domicilio a golpe de exclusiva.
Demostrando una vez la frialdad que la caracteriza, Aldón habla sobre su reciente divorcio del torero y confiesa su intención de "soñar cosas nuevas": "Volar lejos". Quiere montar su propio atelier en el sótano, a pesar de lo abandonada que tiene su carrera como diseñadora. Llama la atención que su casa está desprovista de fotografías, por lo que no hay ni rastro de su familia y mucho menos de Ortega Cano, con el que ha vivido diez años de amor.

Sobre su ausencia en la inauguración del museo del torero en San Sebastián de los Reyes, Ana María dice que hubiese sido "incoherente" por su parte presentarse allí "a sabiendas" de que "no la quieren": "Me siento un poco culpable por haber tomado la decisión de romper el esquema familiar", añade, insistiendo en su idea de "desaparecer".
Aunque trató de reconducir su matrimonio en los últimos años, Ana María cree que cuando Ortega le pido "una segunda oportunidad", "ya era demasiado tarde": "Y me lo pidió de esa manera tan… tan… pfff", señala Ortega en referencia a la polémica frase del "semen de fuerza" que la revista Hola no menciona. No obstante, y a pesar de las desavenencias insiste en que el padre de su hijo jamás le ha puesto "una mano encima".
El resto de la entrevista en más de lo mismo, repitiendo una y otra vez los argumentos que esgrime en sus apariciones televisivas: "Ahora mismo soy un problema para cualquier hombre que se me acerque", confiesa sobre la posibilidad de rehacer su vida con otra persona a pesar de los continuos rumores que la relacionan con un empresario.