
Crecientemente preocupado por los rumores, cada vez más extendidos, de que su prometida Tamara Falcó y su madre Carolina Molas no estaban haciendo buenas migas, Íñigo Onieva ha salido a la palestra para acabar de golpe con esas informaciones. Lo ha hecho con una imagen del plan con el que han celebrado el cumpleaños de Carolina en Bilbao aprovechando el paso por la ciudad de la marquesa.
Sentadas y muy bien avenidas en la misma mesa, Tamara Falcó también pudo así sacudirse de este feo rumor que enturbiaba el proceso de su boda. Un enlace muy ansiado que llega tras una tormentosa ruptura y no menos sorprendente reconciliación con su futuro marido.
Tamara estaba en Bilbao visitando el atelier del taller que hará su vestido de novia, Sophie et Voilà, y qué mejor ocasión para ver a su futura suegra. En la visita al taller ha estado acompañada por su íntimo amigo Juan Avellaneda, que la ayudará en la difícil tarea de elegir su vestido (o vestidos) de novia, además de a perfilar otros aspectos de una boda que se presume será espectacular.

La comida tuvo lugar en el restaruante Azurmendi, del chef Eneko Atxa, premiado con tres estrellas Michelón, Allí demostraron que se llevan todos de fábula, liquidando incómodos rumores como los que afectan a la madre de Tamara, Isabel Preysler, en su particular guerra contra su ex Mario Vargas Llosa. Íñigo compartió orgulloso una imagen en la que las dos mujeres de su vida posan de lo más sonrientes junto al dueño del restaurante.
"Happy birthday mum", escribe el empresario, revelando que no se trataba de una comida cualquiera sino de una nueva celebración de cumpleaños de Carolina en la que, ahora sí, ha estado presente Tamara, que en su última aparición pública durante el desfile de Pedro del Hierro en la MBFW Madrid confesó que su relación con la familia de Íñigo seguía siendo buenísima.