Todo indica que Shakira está ya ultimando su marcha a Miami. No obstante, y tal y como se explicó en El Programa de AR, su destino final sigue siendo una incógnita. La cantante posee una casa en una revalorizada zona de Miami Beach, Northway Road, pero el deteriorado estado de la vivienda indica que no podría ser lo que parece.
Según el reportero Álex Rodriguez, que se desplazó hasta la zona de Miami donde podría vivir Shakira, a la casa se le vienen realizando tareas básicas de mantenimiento, pero ni está pintada ni la piscina es apta para el uso. La casa está vacía pero esporádicamente aparecen personas que podrían ser del entorno de la colombiana.
La zona se ha revalorizado tremendamente en los últimos meses. Shakira compró esa vivienda en el año 2001 por menos de tres millones y medio de euros, y ahora el precio ronda los dieciséis. Lo que da una pista fundamental para lo que podría ser la intención de Shakira: aprovechar la alta demanda (la zona se ha revalorizado más de un 20% desde 2022) y vender el inmueble, que no está preparado para acoger a su familia, para comprar en otra zona de Miami.
Su intención sería vivir en una isla que le reportaría toda la privacidad que la casa que posee en Miami no le proporciona. Hasta el punto de que el inmueble, que da al puerto, tiene unas sábanas blancas colgadas en su entrada trasera para impedir que se vea la zona de la piscina y el jardín.
Según Rodríguez, dado el estado de la vivienda y esa necesidad de privacidad máxima junto a sus hijos Milan y Sasha -Shakira está ahora mismo en el culmen de su fama y no dejan de acercarse curiosos a la vivienda- la colombiana estaría pensando en mudarse "cerca de allí", a un área privada que no es de acceso público.
Naturalmente, esta segunda vivienda dispone de todo tipo de comodidades, desde piscina hasta gimnasio. Propiedad de un empresario indio, esta segunda casa ha ilusionado tanto a Shakira que ha compartido su intención con amigas residentes en Miami.
El único impedimento de Shakira es, ahora mismo, el débil estado de salud de su padre, William Mebarak. Ese sería el único hándicap para un traslado que tendría lugar a primeros del mes de abril.