La noticia de la nueva maternidad de Ana Obregón ha supuesto un auténtica bomba no solo en la prensa del corazón, sino en las personas que de una forma u otra están relacionadas con la actriz y bióloga. Su decisión de optar por la gestión subrogada en el Hospital Memorial Regional de Miami ha generado reacciones en políticos, colaboradores de televisión pero también entre los familiares y amigos de Ana. Uno de los primeros en pronunciarse al respecto fue Alessandro Lecquio, padre de su hijo fallecido, que aunque se negó a hablar del tema, confesó que él era conocedor de las intenciones de Ana desde el comienzo de las gestiones.
Otra de las que ha dado su opinión públicamente es Antonia Dell'Atte, archienemiga de Ana Obregón desde hace años, que casualmente se encuentra en Florida, ciudad donde nació la pequeña, acompañada de su hijo Clemente, fruto de la relación con Alessandro Lecquio. Madre e hijo están disfrutando del Miami Open, donde este miércoles disputó un partido el español Carlos Alcaraz. La italiana compartió un vídeo de la cancha de tenis y aprovechó para escribir una líneas que claramente iban dirigidas a Ana.
"Disfrutando con mi hijo: simplemente el mejor, Clemente Lecquio, un regalo de Dios", rezaba el tuit publicado por la italiana. Y continuaba: "Me gusta Miami porque es tan grande que puedes evitar encontrarte con personas patéticas e insoportables y sobre todo, egoístas y egocéntricas. ¡Huir siempre! Mamma mía", concluyó, haciendo referencia a la nueva maternidad de Ana, sumándose así a las críticas que señalan su decisión como un acto de egoísmo.
El programa Sálvame también se puso en contacto con ella para que se pronunciara sobre el que es sin duda el tema del año. Sin embargo aseguró que "de esa señora, si se le puede llamar señora", no quiere hablar. "Mi silencio es oro", dijo. Unas palabras que confirman que las publicadas en su cuenta de Instagram iban dirigidas a la española, con la que parece que nunca arreglará sus diferencias.
La enemistad entre Antonia y Ana Obregón se remonta a los años 90, cuando la actriz apareció junto al conde, que por entonces estaba casado con la italiana y acababan de tener un hijo. Alessandro dejó a su mujer para vivir su apasionado romance con Ana, algo que, treinta años después, Antonia no ha perdonado. Aunque hace unos años se vivió un divertido encuentro de ambas en Masterchef, donde parecía que las diferencias estaban salvadas, el paso del tiempo ha demostrado que lo suyo no tiene arreglo.