El mundo del deporte contuvo este jueves el aliento con el anuncio del retiro temporal de Rafa Nadal, que este año no disputará Roland Garros y se preparará para afrontar, previsiblemente, su última temporada en 2024. La vida del mejor tenista español de todos los tiempos ha cambiado mucho en los últimos años. Sus lesiones y el nacimiento de su primer hijo junto a Xisca Perelló han supuesto un punto de inflexión en su carrera, aunque peleará porque "no quiero dejarme ir antes de hora. Siempre vale la pena hacer un esfuerzo más", explicó en su rueda de prensa del jueves.
Mientras Nadal descansa y se prepara para el último empujón, el matrimonio tiene planeado mudarse a principios de verano a su nueva e impresionante casa en la parte más alta de Porto Cristo, Manacor (Mallorca). Las obras han durado tres años y tal como avanza el Diario de Mallorca, tan solo quedan por rematar pequeños detalles.
Diseñada por el arquitecto mallorquín Tomeu Esteva, la casa está situada sobre un terreno de 7.000 metros cuadrados y se abre sobre un acantilado rocoso con espectaculares vistas. Destacan cuatro volúmenes, dos edificios de dos alturas y sótano, además de otros dos edificios de una sola planta.
Las fachadas y cubiertas son de una tonalidad gris pálida, con el contraste de las paredes de las terrazas, recubiertas de mármol más oscuro. Los amplios ventanales dan buena cuenta de lo luminosa que es la vivienda, que cuenta además con grandes terrazas en cada planta. En el centro del jardín se encuentra la piscina y toda la propiedad está bordeada por un muro de piedra.
Desde su nueva casa, Rafa Nadal puede ‘vigilar’ su catamarán Great White, una espectacular embarcación de 23,95 metros de eslora valorado en 5,5 millones de euros que adquirió en 2020 y que se encuentra en el Puerto de Manacor, muy cerca de la propiedad.
Nadal compró este terreno en 2013 por cuatro millones de euros a los herederos de una antigua dueña de las Cuevas del Drach, visitadas cada año por millones de turistas. Las obras comenzaron derribando todo lo que se encontraba en el solar, incluido un chalet de estilo mallorquín, para levantar su propia casa, cuyas labores de construcción empezaron poco después de casarse con Xisca. En las inmediaciones de la casa hay una antigua escalera de acceso al mar que conecta directamente con la entrada de las cuevas.