
Sophie et Voilá se ha convertido en una de las firmas españolas más conocidas de nuestro país. Desgraciadamente, no lo han conseguido gracias a sus elegantes y sofisticados diseños, sino por la ruptura de su contrato con Tamara Falcó, a la que estaba confeccionando su vestido de boda. Después de varias desavenencias entre la marca y su clienta (la marquesa de Griñón pretendía inspirarse demasiado en una pieza de otra conocida firma) decidieron que lo mejor era poner fin a su relación contractual.
Tras la emisión del comunicado por parte de Sophie et Voilá, no han dejado de salir a la luz los rifirrafes y los momentos de tensión que se habrían producido durante las reuniones y las pruebas del vestido. Un ambiente que dificultaba el trabajo de las diseñadoras, labor de la que ahora se ha pronunciado la también modista Ágatha Ruiz de la Prada: "Desde que el primer día que oí que lo iban a hacer estas niñas que no las conocía, estaba segura de que iba a pasar algo", ha asegurado a Europa Press.
La diseñadora ha confesado también que ella ofreció a la marquesa de Griñón la elaboración de su vestido de novia: "Yo se lo ofrecí. Se lo dije a su representante, pero me dijo que ya estaba". No obstante, y aunque puede "llegar a entender" la postura de Tamara, Ágatha defiende a la marca vasca y recalca que, cuando se elige una firma, el cliente debe respetar el estilo de la misma: "Si tú crees de verdad en un diseñador, le tienes que dar mano libre, porque si te empiezas a meter en el traje, el traje queda fatal".
Asegura haber sentido "pena" por las directoras de Sophie et Voilà, Saioa Goitia y Sofía Arribas, por la repercusión que este escándalo pueda tener en la imagen de la marca y por tanto, en las ventas.
Sobre la elección de Tamara Falcó, que se ha decantado por la amiga de su familia, Carolina Herrera, para retomar el diseño de su vestido de novia, Ágata Ruiz de la Prada se muestra segura de que "lo va a hacer fenomenal": "No es que quiera a Carolina, es que tengo adoración total por Carolina madre".