Pese a los rumores de que podría aparecer por sorpresa en el banquete de la boda de Kiko Matamoros con Marta López Álamo, finalmente Ana Matamoros decidió no acompañar a su padre en un día tan importante para él. La influencer decidió poner rumbo a Barcelona para atender a varios compromisos profesionales, tal y como explicó a la prensa a su llegada: "Es que lo que pasa en los temas familiares, se quedan de puertas para adentro. Desde luego, por mí parte, siempre se va a quedar de puertas para adentro, ¿vale? Muchísimas gracias", dijo sin entrar en detalles sobre cómo es su relación con su padre actualmente.
No obstante, mandó un mensaje de cariño y buenos deseos para su padre y su nueva mujer, deseándoles lo mejor en su matrimonio: "Eso para todo el mundo, siempre". Sobre lo que no quiso hablar sobre la entrevista que ofreció su madre Makoke el pasado miércoles en una conocida revista compartiendo portada con Marta López Álamo, que enseñaba en exclusiva su vestido de novia. "Si es que ya te lo he explicado. No te voy a hablar de nadie de la familia, en serio", dijo al reportero de Europa Press.
A pesar del conflicto familiar, la influencer continúa centrada en su trabajo y no quiere hacer declaraciones públicas sobre la guerra de sus padres: "Ana está fenomenal. Ana viene a Barcelona a pasárselo súper bien y a trabajar, y no sé por qué hablo de mí en tercera persona, pero todo muy bien".
Aunque finalmente no acudió a la boda de su padre, que este viernes se dio el sí quiero con su pareja después de cuatro años de relación, fuentes cercanas a la familia aseguran que ha habido un acercamiento entre ellos en los últimos meses. Todo sería gracias a la intercesión de Laura Matamoros, que tiene una estupenda relación con su hermana al igual que con su padre.