La capital de la moda ha sido el lugar elegido para la celebración de la boda del Daniel Clará, hijo de la diseñadora catalana Rosa Clará, que sin lugar a dudas es todo un referente. Hace unas semanas en el transcurso de la cena que organizó la diseñadora, después de presentar sus últimas creaciones en la semana de la moda en la Ciudad Condal, me confesó lo orgullosa que estaba de su hijo.
"Es una persona excepcional, muy trabajador, y tengo la suerte que ya ha cogido las riendas de la empresa, y eso a mi me da mucha tranquilidad. Daniel está muy preparado, ha estudiado en Estados Unidos, es arquitecto, habla varios idiomas, y no puedo estar más orgullosa de él. Mi futura nuera es economista".
Allí conocí a la feliz pareja. La novia es nacida en Hong Kong, de padre americano- ruso y madre coreana. Una autentica belleza, y muy exótica.
Como era de esperar para esta boda, la diseñadora se ha volcado en los diseños para que su nuera estuviera espectacular en las diferentes celebraciones que organizaron para los cientos de invitados que asistieron de varios países del mundo, entre los que se encontraban el cantante mexicano Luis Miguel, que estuvo con Paloma Cuevas, que estaba con su hija la mayor, aunque en ningún momento la pareja posó juntos.
Anne-Marie y Daniel, se dieron el "sí, quiero", en la basílica de Santa Clotilde, después de 5 años de noviazgo. Se conocieron en Milán. La novia lució un vestido joya con escote halter, silueta lápiz, y confeccionado en chantilly francés bordado a mano con micro pedrería y cristal, y un velo de 4 metros de largo que era una auténtica maravilla. Una vez terminada la ceremonia religiosa, los novios y sus invitados se trasladaron al Museo Rodin, donde se celebró el banquete.
Rosa Clará, que ejerció de madrina, escogió el color fucsia para su vestido y estaba espectacular. Llegó acompañada de su marido, el empresario Josep Artigas. Por su parte Paloma Cuevas, fue una de las invitadas que más expectación creó, como era de esperar deslumbró con un vestido azul celeste, de cuerpo drapeado, falda plisada y mangas vaporosas de gasa. Boris Izaguirre, gran amigo de la familia, también asistió acompañado de su marido Rubén Nogueira. Una boda que no pudo ser más elegante.