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Halle Bailey, la Sirenita negra, tiene su novio rapero que la defiende de los ataques

Halle Bailey triunfa en los cines con la versión en imagen real de La Sirenita, pero ha tenido que afrontar una polémica racial.

Halle Bailey triunfa en los cines con la versión en imagen real de La Sirenita, pero ha tenido que afrontar una polémica racial.
Halle Bailey. | Cordon Press

El estreno de La sirenita, en un "remake" que se dice en el argot cinematográfico, ha producido reacciones encontradas en los Estados Unidos, al margen que en otros países, incluido el nuestro, recibiera críticas adversas, de las que en general se ha librado su protagonista, Halle Bailey, respecto a su interpretación. No obstante ha tenido que superar duros comentarios de la prensa norteamericana por el hecho de que haya sido una actriz negra quien haya dado vida al personaje de Disney, la princesa Ariel.

La sirenita original lo fue en dibujos animados; la de ahora, en versión musical con personajes reales, de carne y hueso. Con algunas variaciones, los guionistas han mantenido a la protagonista sumergida en las aguas, que pierde su voz, con ganas de conocer la libertad en la superficie. Y así el filme transcurre entre la aventura terrena y el romance tras el primer beso del príncipe Eric.

Halle Bailey conocía aquella película de dibujos animados, que contempló siendo una niña varios años después de estrenarse en 1989. Ha contado que cuando quiso aprender a nadar se acordó de la princesa con cola de sirena. Desde muy pequeña, Halle, nacida hace veintitrés años en Atlanta, Georgia, creció en una familia relacionada con la música. A menudo escuchaba las canciones de Nina Simone y Billie Holiday, sus intérpretes favoritas. Con su hermana mayor, Chloe, terminaría formando un dúo, ya jovencitas, anunciándose con los nombres de ambas, sin los apellidos. Su repertorio a base de R&B, soul, pop. Halle aprendió a tocar el piano y la guitarra. Y por su edad, de acuerdo con su hermana, pensaron que debían interpretar canciones de artistas ya consagradas pero más jóvenes que sus ídolos antes citados. Y eligieron a Beyoncé para hacer versiones de sus éxitos. Así, fueron recorriendo ciudades en escenarios modestos, hasta que lograron un sueño: que la propia Beyoncé las escuchara. Conseguido ese propósito, pasaron a ser teloneras de los espectáculos de esta estrella.

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Halle Bailey | Cordon Press

Halle ya había intervenido siendo niña en algunas películas y series de televisión producidas por la factoría Disney. Al enterarse el año 2019 que esta gran productora convocaba un "casting" para elegir a quien iba a ser la nueva sirenita, no se lo pensó dos veces, a pesar de que por otro lado suponía que iban a presentarse bastantes aspirantes. Como así fue: unos cuantas centenares de jóvenes ilusionadas para un solo puesto. Y quien lo consiguió fue ella, Halle Bailey, entonces con diecinueve años. Aportaba al personaje algo importante: una potente voz, como luego ha podido comprobarse en la banda sonora de la película.

A Halle "la ha venido Dios a ver", como se dice en el lenguaje coloquial, pues de la noche a la mañana se ha convertido en una promesa como estrella internacional, a la que ya han ofrecido ser la protagonista de El color púrpura, Nettie, en otra versión también musical. Ahora bien, para su papel de princesa Ariel tuvo que someterse a muy duras pruebas, a saber: primero, tenía que madrugar muchísimo, a las cuatro de la mañana en pie. Desde allí, directamente a un gimnasio, donde realizaba ejercicios de acrobacia. Quedaba suspendida en una plataforma y en los brazos de una grúa para que simulase un efecto flotante. Tuvo que usar una larga cola junto con nadadores sincronizados. Pasaba días y días ocho horas en el "set", el estudio de rodaje, sumergida en un tanque de agua. Pero era completamente feliz. Su dúo musical con Chloé, pasó a mejor vida. Su hermana lo comprendió, se llevan muy bien.

No sabemos cuánto cobró por rodar La sirenita, pero no es difícil aventurar que una cantidad que hasta la fecha cantando con su hermana nunca había percibido. En su contrato, lo único que ella pidió es que no la obligaran a cambiar de peinado: desde los cinco años era el de los rastas. Y así interpretó su papel. La película costó doscientos cincuenta millones de dólares, pero a día de hoy las noticias que nos llegan es que Disney cubre ya de sobra ese elevado presupuesto y generará fuertes ganancias. La versión de dibujos animados de 1989 recaudó algo más de doscientos millones.

La sirenita, en resumen, no ha pasado inadvertida nada más estrenarse. Con escándalo, como les anticipamos al principio. Y es que fueron muchas las voces que se alzaron en contra de que una actriz negra haya incorporado ese personaje, uno de los que son parte de la historia de millones de niños, que lo recuerdan en la cinta de dibujos animados anterior, como una princesa de raza blanca. El racismo imperante en algunos estados norteamericanos, sigue más o menos latente en este siglo XXI.

Ante esa campaña en los medios de difusión, hubo también quienes han rechazado esas críticas adversas. Quien fuera la actriz que puso su voz en el doblaje del filme de animación, Jodi Benson, defendió a la productora, elogiando de paso la gran interpretación de Halle Bayley. Y quien más ha estado al lado de ella, con energía para alabar su trabajo y lamentar esos brotes de racismo, ha sido su novio, un rapero llamado DDG (Darryl Dwayne Granberg Jr.) con el que lleva conviviendo ya cierto tiempo.

Halle ha aprendido algo de español durante las pausas del rodaje, gracias a su compañero Javier Bardem. Tiene un prometedor futuro como estrella de Hollywood.

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