La relación de Luis Miguel y su hija Michelle Salas ha tenido altibajos a lo largo de los últimos años. El compromiso de su padre con su carrera musical, así como su alocada vida, nunca contribuyó a que su vínculo fuese estrecho. Además, cabe recordar que el cantante tardó 19 años en reconocer a Michelle como su hija y durante todo este tiempo ella tuvo que soportar todo tipo de comentarios. El cantante negó durante años que fuese el padre de la joven que tuvo durante su noviazgo adolescente con la cantante Stephanie Salas.
Con el tiempo, padre e hija retomaron el contacto y aunque todo parecía haberse solucionado, ella comenzó a salir con Alejandro Asensi, antiguo amigo de su padre y 20 años mayor que ella. Esto no gustó nada a Luis Miguel, que no perdonó a su hija hasta que la relación se rompió meses después. Para entonces, Luis Miguel ya había tenido un segundo hijo, Miguel, con la actriz Aracely Arámbula. Relación que duró cuatro años, una de las más largas en el currículum amoroso del ‘rey sol’.
Pero si hay alguien que actualmente está contribuyendo a que el vínculo entre padre e hija no se rompa esa es Paloma Cuevas. La empresaria cordobesa es una firme defensora de la familia, algo que demostró hasta el final de su matrimonio con Enrique Ponce con el que tiene dos hijas en común. A pesar del daño que le causó el torero en su separación, al salir a la luz al poco tiempo su relación con Ana Soria, Paloma Cuevas siempre ha mantenido una buena sintonía con el padre de sus hijas, precisamente por este motivo.
Desde que comenzó su relación con el artista mexicano esta es la máxima que le ha tratado de transmitir. Así lo han asegurado durante la Crónica Rosa de Es la mañana de Federico en la que participaban Federico Jiménez Losantos, Isabel González, Beatriz Cortázar y Carlos Pérez Gimeno: "Paloma está siendo muy importante para que esa relación sea cada día mejor", ha asegurado Cortázar. En el tiempo que llevan juntos, los encuentros con Michelle han aumentado.
No obstante, por el momento se desconoce si Luis Miguel podrá asistir a la boda de su hija Michelle Salas con el empresario Danilo Díaz. Aunque han trascendido pocos datos sobre la ceremonia, se sabe que tendrá lugar en la Toscana, región del centro de Italia. Esos días, el mexicano estará a miles de kilómetros de distancia, continuando con la gira que le está llevando por todo el mundo.