
El padre Ángel ingresó el pasado lunes en un hospital de Madrid a causa de una gastroenteritis, un problema de salud del que ya se está recuperando y que le impidió oficiar la misa funeral por Fernando Fernández Tapias en la Parroquia del Sagrado Corazón y San Francisco de Borja. Ante su ausencia, el párroco leyó una carta en su nombre cuyo contenido se desveló este martes en el programa Así es la vida (Telecinco).
Cabe recordar que ningún familiar del fallecido empresario leyó cartas personales, por lo que la misiva del padre Ángel llamó todavía más la atención, sobre todo por el hecho de que no mencionó a los hijos mayores de Fernández Tapias. Según defendió Alejandra Rubio, "no es que no mencionara a los hijos, mencionó a la familia pero hizo un comentario dando sus condolencias a Nuria [González], Iván y Alma", en referencia a su viuda y sus hijos menores, obviando a los mayores.
Para Ángela Portero, la carta del padre Ángel estaba fuera de lugar porque "los menores han vivido los últimos años de su padre pero los mayores han vivido los otros". "No va a tener más derecho el padre Ángel a que se lean sus palabras que sus propios hijos, nietos o familiares. Que le hubiera mandado un mensaje a Nuria y ya está. ¿Por qué se tienen que enterar 500 personas? Si le han dicho que no se lee nada, pues no se lee nada (...) Que le dejen ‘entrar’ de alguna manera para volver a humillar a los hijos mayores, me parece absurdo", sentenció.
"Fernando tenía ocho hijos y ocho nietos que estaban allí (menos Bosco, obviamente, que falleció en 2012). Había gente muy allegada. No entiendo qué pinta nombrar, por ejemplo, a la directiva del Real Madrid, supongo que porque lo organizaba todo...", opinó la colaboradora. La presentadora Sandra Barneda también intervino: "Yo adoro al padre Ángel pero me pongo en situación. Aunque tenga una división con mis hermanos, quien ordena la misa no tendría que hacer deferencias. Si se nombra a uno y no se nombra a otros...", dijo.
La tensión en el funeral no quedó ahí, ya que se formaron dos filas entre las dos bancadas de la parroquia: los que daban el pésame a Nuria González y los que hacían lo propio con los hijos mayores de Fernández Tapias. "Estaba muy diferenciado pero hubo casos como el de la abogada Teresa Bueyes, que saludó a ambos. Yolanda, la hermana de Nuria, le dijo ‘qué haces saludando a los enemigos’. Esto me lo dijo tal cual Teresa", explicó Portero. "Ella le dijo que estaban en un templo y que era lo normal", añadió, algo que puso en duda Alejandra Rubio.
La carta de Iria
Iria Fernández, nieta del empresario, quiso compartir en sus redes sociales la carta que no pudo leer a su Alalo en la misa pero que escribió con mucho sentimiento. "Creo que ha llegado el momento de despedirnos. Ya nos dimos la última mirada, la última sonrisa, el último abrazo y el último de los besos. No estarás físicamente con nosotros, y no podemos tocarte y sentirte cerca como desearíamos, pero sabemos que tu hijo Bosco te llamó para que le acompañaras en el cielo", escribe.
"Primero, por ser tu nieta y dejarme compartir contigo momentos tan especiales. Segundo, por haber estado con nosotros más de 80 años. Por hacernos vivir momentos únicos y memorables. Por tus chistes, tu ambición, tu picardía, tu entusiasmo y alegría. Quisiera agradecer tus enseñanzas, no expresadas en palabras, ni en la simple teoría, sino en hechos concretos, donde tu valentía, esfuerzo y lucha estuvieron siempre presentes, teniendo a tu familia como el principal pilar de tu existencia", continúa.
"Siempre fuiste un ejemplo a seguir para todos nosotros: hijos, nietos, hermanos, amigos... Gracias a tu esfuerzo conseguiste todo lo que te propusiste, y ya no solo eso, sino que nos inculcaste a nosotros a ser mejores personas y no tirar nunca la toalla. Aunque no pudimos despedirnos de ti ni decirte cuánto te quería, hoy tengo la valentía de dedicarte algunas líneas que se que leerás donde ahora estés. Has sido y serás siempre un ejemplo a seguir para todos nosotros y no vamos a olvidarte nunca. Sé que ahora estás en un lugar mejor y eso es lo único que consigue consolarnos", se lamenta la nieta del empresario.
"Nunca olvidaré los domingos de cocido en tu casa, ni tus siestas después de comer, ni nuestras comidas de Navidad que siempre celebrábamos con gran alegría y mucho menos tu receta de vieras con jamón que, a día de hoy, sigo recordando el sabor. Y, sobre todo, nunca olvidaré la última vez que fui a tu casa a verte. Me acuerdo perfectamente que yo iba con unos pantalones vaqueros muy rotos y me dijiste: 'Se te han roto un poco los pantalones'. Típica frase de abuelo que sigo recordando. Te queremos mucho y nunca te olvidaremos", concluye.