Diana Navarro, la popular cantante malagueña, ha desarrollado una carrera musical con un amplio y variado repertorio en el que se incluyen coplas del pasado, especialmente las que estrenó Concha Piquer. Una de ellas fue "Romance de la Otra". Rafael de León, autor de la letra, reflejó en su texto cuanto le ocurría en la vida real a la famosa cantante valenciana, por sugerencia de ella misma. Refería su situación sentimental: convivía con un gran torero del que estaba enamorada, Antonio Márquez, mas éste no podía casarse con ella en la época franquista porque ya había contraído matrimonio anteriormente. Lo cual significaba para Concha ser "la otra".
Esa historia, de alguna manera sin ser exactamente igual, le ocurrió hace unos años a Diana Navarro: se había enamorado de un hombre con el que albergaba ilusiones matrimoniales, hasta que se enteró que la engañaba con otra mujer. Rompió con él, naturalmente. No sin sufrir un desengaño. "Yo fui la otra, sin saberlo, claro". Mantiene aquello tan sobado de que "el cornudo es el último en enterarse". Con terapias alternativas, Diana Navarro salió adelante. Hasta que se enamoró de nuevo, en esta ocasión ya sin problemas.
Conoció en 2014 a Rafael Rodríguez Rodelas, con quien contrajo matrimonio el año 2018 en Málaga. El día de la boda le cantó "Cuando venga el amor". Y por amor, se marchó a vivir con él a Granada, donde su marido es propietario de una tienda de alimentación en el centro histórico de la ciudad, la plaza de la Trinidad, "Oliver Delicatessen". Establecimiento que ostenta ser el más antiguo de la capital granadina, nada menos que desde mediado el siglo XIX.
Diana estaba entonces en pleno auge de contratos, y así continúa, lo que la obliga a viajar constantemente. Ello le impone un evidente sacrificio: estar alejada a veces más días de los que quisiera fuera de su hogar.
Hay una melodía suya que le sirvió de lanzamiento discográfico: "Sola". Así se sentía antes de casarse con Rafael. Con una voz potente, privilegiada, accedió a enfrentarse a otros géneros: baladas, temas pop, de zarzuela y saetas, que interpreta con total sentimiento. En un programa de televisión demostró, disfrazada y con acertado maquillaje, ser capaz de interpretar versiones de éxitos de otras cantantes, muy ajenos a su habitual repertorio.
Lleva Diana Navarro un tatuaje en su muñeca izquierda, con signos que le recuerdan "un mal querer" (se supone que el causado por quien la engañó) y la muerte de su padre, conocido en la barriada malagueña de Huelin como "Pepe el Morralla". Alcanzó a disfrutar del éxito de su hija como cantante, afortunadamente. A Diana le costó unos años llegar a situarse como figura. Entre sus dieciséis y veintiséis años participó en veintinueve concursos de canción española, ganando diecinueve de ellos. Sus dos primeras grabaciones se las tuvo que pagar de su propio bolsillo. Guarda para sí cómo fue engañada también cuando se iniciaba profesionalmente en el mundillo artístico. "Me robaron". Estudió arte dramático, que le ha servido para rodar algunas películas y cortometrajes. Y desde luego, desde la pasada temporada, representando un espectáculo teatral, donde además de cantar se defiende como actriz. Es "En tierra extraña". Lo ha llevado por escenarios de toda España. Invitó a contemplarlo a Conchita Márquez Piquer, quien asistió con su marido (ambos ya fallecidos), que la felicitaron por su representación en el personaje de Concha Piquer, a quien no llegó a conocer y admira con pasión. Nieta de la reina de la copla, Conchitín Romero le regaló un perfume que usaba habitualmente su abuela.
Diana Navarro ha grabado muy recientemente el disco "De la Piquer a la Navarro", recreando añejos éxitos de doña Concha: "No me llames Dolores", "Tatuaje", "A la lima y al limón", "Ojos verdes"… Da gusto escucharla.
En el plano personal, Diana es mujer hogareña y cuando puede cocina, que es una de las faenas caseras que más le apetecen. Además de la vivienda granadina que comparte con su esposo, tiene también casa en Málaga y un apartamento en Madrid. Recientemente fue preguntada si después de llevar casada cinco años no piensa en la maternidad. A lo que respondía que de momento no ha podido ser. Añadió que es madrastra, pues su marido tiene una hija.
Atractiva, simpática, Diana Navarro añade la sencillez entre otras virtudes que posee. Gana amistades constantemente por su carácter abierto. Vía Instagram se relacionó hace tiempo con Paloma Cuevas, con quien mantiene contacto por ese medio, aunque no se conozcan personalmente. Este verano ha sido estrella semanal en Canal Sur de un programa musical, donde dialogaba con invitados del mundo artístico. Así es que Diana desarrolla una actividad diversa tanto como cantante, actriz y presentadora. Una gran artista, y una mujer llena de encanto.