La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Isabel González, Beatriz Cortázar y Daniel Carande para comentar todos los temas relacionados con la actualidad social. Incluyendo dos anécdotas que definen perfectamente al duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, y sobre todo esa fama de "rácano" que parece arrastrar.
Se trata de dos anécdotas que, tal y como definió Beatriz Cortázar, son "para reír o llorar", pero que en todo caso tampoco tienen mayor recorrido que el de la mera curiosidad.
Empezó Federico Jiménez Losantos revelando una coincidencia: cuando viajó en AVE en el mismo vagón que Carlos cuando éste todavía era solo duque de Huéscar. "Cuando sale el AVE, él estaba sentado con las manos en las rodillas, las rodillas juntas, y él mirando al frente. Yo estaba leyendo, me movía, pero le miraba. Y a las dos horas veinte minutos de estar así se levantó y se fue al anden. Y pensé: este hombre no está bien".
El hijo de la duquesa de Alba estuvo, por tanto, absolutamente inmóvil durante "dos horas veinte minutos, sin ir al baño y con las manos un poco más arriba de la rodilla. Y no se movió en dos horas y veinte minutos. Pensé: ¿será de corcho, estará muerto? No emitió ningún sonido".
La de Beatriz Cortázar abundó en la fama de rácano, que en realidad también tenía su madre, la muy querida duquesa. "Cayetana tenía una querencia especial por Sevilla y se consideraba sevillana. Y era dada a colaborar con causas y obras sociales pese a esa fama de rácana, y además sin publicitarlo". Proyectos que se han quedado sin benefactora tras su muerte, explicó la periodista en esRadio.
"En uno de los mercadillos donde colaboraba este año han decidido montar el rincón de Cayetana en recuerdo a una de sus benefactoras. Y cuando montas algo así, pides que te cedan cosas para que la gente tenga un recuerdo suyo y seguir colaborando. Pero cuando fueron al puesto mucha gente que le había regalado cosas a Cayetana, oh sorpresa, se encuentran con que eso se lo regaló ya alguien a Cayetana"
El puesto, por tanto, no era de objetos personales sino de otros regalos que previamente le habían hecho a la duquesa. "Alguien ha decidido hacer acopio de cosas de Cayetana y muchas cosas son regalos que le hicieron. Ya puestos, que sean regalos de ella de verdad", dijo Cortázar apuntando a su hijo.