Destaca en la serie de sobremesa en Antena 3 Sueños de libertad el actor Nancho Novo, que interpreta al patriarca fundador de una fábrica de perfumes, enfrentado a problemas con sus hijos. Demuestra el personaje ser sosegado, contemporizador. Un carácter que no es precisamente el que tiene quien le da vida. Este gallego de sesenta y seis años ha sido, por lo menos tiempo atrás, rebelde, golfo según él mismo, soltero, padre de dos hijos, y polifacético en su quehacer artístico, pues además de actor, director, ha publicado tres libros y grabado varios discos con su conjunto rockero, en cuyas actuaciones solía aparecer greñudo, con unas melenas propias de quien es anárquico y antisistema en sus letras. En una función, en su papel de monologuista, titulada El cavernícola aparecía con una larga pala, emulando a los primeros pobladores de la Tierra. Estuvo representándola por toda España durante cerca de diez años.
Ciertamente no es un tipo corriente. Se llama Venancio Manuel Jesús Cid-Fuentes. Lo de Nancho procede del primero de esos apelativos. Quería ser futbolista, y payaso, pero sin duda por presiones familiares acabó matriculado en la Universidad de Santiago, carrera de Medicina, que dejó a la mitad. Porque de pronto le entraron ganas de ser actor y dejó La Coruña, su ciudad natal, para instalarse en Madrid, donde ingresó en la Real Escuela de Arte Dramático.
Simultáneamente ofició de guitarrista y cantante rockero, al frente de una banda que respondía al jocoso nombre de Los castigados sin postre. Pueden encontrar sus grabaciones en Spotify. Armaron cierto ruido después de sus primeros intentos, Nancho como solista, cuando cantaba por la calle, en baretos o locales cutres. Bohemio a la fuerza, si quería comer caliente todos los días.
No tenía el aspecto que ofrece en Sueños de libertad, donde aparece bien trajeado, con aspecto de respetable señor burgués. A partir de 1988 es cuando se integra en la farándula madrileña, y consigue meter baza en los mejores teatros de Madrid, representando piezas como Los buenos días perdidos, de Antonio Gala, o Hazme de la noche un cuento. Cuando mejor muestra sus aptitudes artísticas personales es en su papel de monologuista en El Club de la comedia. Escribe sus propios textos. En el ya citado de El cavernícola exploraba las diferencias entre los universos de varones y mujeres. Estuvo, además de sus giras, varios meses de éxito en Madrid y Barcelona. Nancho Novo se procuró una identidad profesional a su exclusivo modo y manera, demostrando sus aptitudes para enfrentarse a personajes de ficción muy diferentes. Dúctil como actor, en suma.
En el cine fue menos conocido; intervino en películas de éxito, pero en papeles no muy relevantes: Todos los hombres sois iguales, La amante del círculo polar, El lápiz del carpintero, La flor de mi secreto …Ha cuidado siempre sus caracterizaciones. Y en el teatro musical quedó muy complacido en Billy Elliot, en el papel del padre.
Toda esa diversidad de personajes por él representados no han conseguido quitarle una timidez innata, que ha tratado siempre de vencer, sin lograrlo, pues así lo confiesa. Del mismo modo que es supersticioso, desde que pisa un escenario y ha de tocar el suelo al dar sus primeros pasos. Por supuesto es, como muchos otros colegas, enemigo de vestirse de amarillo, manía que proviene de Moliére (hay quien dice que era el color morado que vestía). También resulta maniático perdido si se le cruza un gato negro, lo que le obliga a dar vueltas por varias manzanas si es preciso hasta llegar a su destino.
¿Y qué es de su vida amorosa? Variada, intensa en sus años jóvenes, hasta que fue sentando la cabeza y se enamoró de la actriz Verónica Larios, con la que lleva conviviendo más de un decenio, siendo padres de un niño de diez años y una niña de siete. Su pareja es gerente de una curiosa empresa que representa obras cuya duración no exceden del cuarto de hora.
Mide Nancho Novo un metro y noventa centímetros. Su actividad como cantante pop lo lleva a autodefinirse así: "Ser rockero hace que me mantenga mucho más joven de lo que soy". Y, aparte, lo consideramos un buen actor. Su inmediato compromiso laboral estos días es el inicio del rodaje de una serie para Netflix acerca de un suceso que conmovió a toda España hace de esto algo más de un decenio: el asesinato de una niña a manos de sus padres adoptivos en la aldea gallega de Teba (La Coruña), el 22 de septiembre de 2013. Los asesinos fueron detenidos y la madre adoptiva, Rosario Porto, se ahorcó en la cárcel de Ávila. Nancho Novo interpreta en esa serie el personaje del padre adoptivo, un periodista que continúa cumpliendo condena en prisión.