Los medios de comunicación noruegos no salen de su asombro ante lo que está ocurriendo este sábado en la esperada boda de Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verret. Aunque ya se sabía que la pareja había vendido la exclusiva de la boda, nada hacía presagiar tal despliegue de medios para evitar que la pareja fuese captada por los medios de comunicación, algo hasta ahora nunca visto en una boda real.
Marta Luisa de Noruega y Durek Verret han decidido rentabilizar el día más especial de su relación cediendo la exclusiva a la revista Hola y a la plataforma Netflix, que ya prepara un documental sobre su historia de amor. Además se han retirado los móviles a los invitados para evitar filtraciones aunque no se tenía constancia del punto al que llegaría para evitar fotografías indiscretas: ha llegado a tal punto de surrealismo, que hemos visto al novio salir a las 13 de la tarde del hotel Union para subirse al coche que lo lleva al altar con unas medidas de seguridad cuando menos peculiares: cubierto por una gigante sábana blanca que impedía que se le viese.
La escena ha generado un gran revuelo en su país, que a través de las redes sociales han criticado que la familia real permita tal espectáculo. De hecho, otros miembros de la familia sí han permitido ser fotografiados, para desentenderse así del negocio que está suponiendo este enlace.