La Familia Real holandesa se vistió de largo un año más para celebrar el Prinsjesdag o Día del Príncipe, una cita que tiene lugar el tercer martes de septiembre y en la que el Gobierno anuncia sus planes para el próximo año. El rey Guillermo de los Países Bajos se desplazó al Teatro Real de La Haya para pronunciar su discurso desde el trono acompañado de su mujer, la reina Máxima, y sus hijas mayores las princesas Amalia y Alexia, inaugurando oficialmente el año parlamentario.
Mientras que la mediana de las hermanas acaparó las miradas en 2023 porque debutó en este acto al haber alcanzado la mayoría de edad, este año fue la princesa heredera Amalia quien llamó la atención de la prensa por su notable cambio físico. La joven lució un vestido verde satinado largo con escote cut out, mangas maxi hasta el suelo emulando un efecto cola y una amplia abertura en la parte trasera. El diseño es de la firma Safiyaa y la figura ligeramente ceñida mostró que ha perdido peso este verano, algo que se nota sobre todo en su rostro, más afilado que antes.
El papel de la princesa en la agenda institucional de la Familia Real es cada vez más importante y su presencia como heredera es muy valorado en el país. El pasado mes de abril, con motivo de la visita de Estado de Felipe VI y doña Letizia a los Países Bajos, se celebró una cena de gala en la que la novedad fue el estreno de Amalia en un acto de estas características y en el que lució por primera vez una tiara real. Además, tras la aprobación del Ejecutivo español, le fue concedida la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, la más alta condecoración civil del país.
La relación de la hija mayor de los Reyes de Países Bajos con nuestro país es excelente y es habitual que se deje ver por Madrid acompañada por la reina Máxima o en solitario. Sin embargo, la joven de 20 años vive amenazada de muerte por la Mocro Maffia, cuyo líder Karim Bouyakhrichan, uno de los delincuentes más buscados del país, fue detenido en Marbella el pasado 24 de enero. De origen marroquí, Bouyakhirchan huyó de España en abril tras quedar en libertad por culpa de una descoordinación entre la Audiencia Nacional y la Audiencia Provincial de Málaga, generando gran inquietud en la Familia Real holandesa.