En los últimos años, algunas de las principales casas reales de Europa han decidido dar un paso más y optar por la vía de la abdicación para dar paso a unas monarquías más jóvenes y renovadas. En esta ocasión, le ha llegado el turno a la casa Gran Ducal de Luxemburgo aunque con una pequeña diferencia con el resto.
Con motivo de su 69 cumpleaños, el gran duque Enrique recalcó en una entrevista televisiva la importancia de darle la oportunidad a los jóvenes. "La transmisión y la confianza son dos elementos esenciales en mi relación con mi hijo. En algún momento pienso retirarme", confesó. Finalmente fue el pasado 23 de junio cuando Enrique de Luxemburgo comunicó su decisión de ceder sus funciones a su hijo, Guillermo: "El gran duque Guillermo, asumirá las funciones de Jefe de Estado en octubre como representante (lugarteniente-representante). Con todo mi cariño y confianza les deseo la mejor de las suertes. Debemos mirar al futuro con optimismo, sabiendo que juntos podemos lograr grandes cosas".
En Luxemburgo es un hecho habitual que el heredero asuma esta representación un par de años antes de asumir la jefatura del Estado. Por ejemplo, en 1961, el padre de Enrique, el gran duque Juan, fue nombrado como lugarteniente-representante de su madre, la gran duquesa Carlota, mientras que Enrique fue nombrado en 1988, dos años antes de la abdicación de su padre.
Hoy le ha tocado el turno a Guillermo aunque hay que señalar que no se trata de una abdicación, ya que Enrique seguirá siendo el gran duque y Jefe del Estado, pero Guillermo, podrá llevar a cabo nuevas funciones como lugarteniente que su padre le delegue de manera temporal o permanente.
A sus 42 años, Guillermo Juan José María de Nassau-Weilburg y Borbón Parma es el mayor de los cinco hijos de los grandes duques Enrique y María Teresa. Por parte de padre, está emparentado con la familia real belga, de Suecia o Países Bajos, mientras que por parte de madre proviene de una acaudalada familia cubana que huyó de la isla al estallar la revolución. Estudió Ciencias Políticas en Francia y en la Academia de Sandhurst en el Reino Unido. Es gran duque heredero desde el año 2000 y además de sus funciones reales, es coronel del ejército luxemburgués.
Siempre discreto, Guillermo consiguió mantener su noviazgo con la condesa belga Stephanie de Lannoy, con quién se casó en 2012, y son padres del príncipe Charles de 4 años y del príncipe François, de 1 año. De carácter afable y simpático, es un gran aficionado a la música y el arte. Además es católico practicante y muy comprometido con las personas con discapacidad.
En una ceremonia discreta y sin grandes fastos, se ha firmado el Decreto Granducal de nombramiento del Príncipe Guillermo con la presencia de su padre, su madre, la gran duquesa María Teresa, su esposa Stéphanie así como el primer ministro luxemburgués Luc Frieden. Posteriormente la ceremonia ha continuado en la Cámara de Diputados luxemburguesa donde ha prestado juramento a la Constitución. El acto ha finalizado con un paseo a pie de vuelta al Palacio Gran Ducal, donde ha podido saludar a las personas que se han congregado para ver los actos.
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