Rosauro Varo inició su carrera profesional hace más de 25 años, y la suya ha sido una carrera de éxito. Probablemente le gustaría salir más en las páginas salmón que en las de la prensa rosa, sobre todo por su vida sentimental cuando se le empezó a relacionar con Vicky Martín Berrocal o Eugenia Martínez de Irujo, aunque nunca se confirmaron dichos rumores. En verano de 2010, en Ibiza conoció a la actriz Amaia Salamanca, con quien lleva 14 años de relación y tiene tres hijos en común, Olivia, Nacho y Mateo. A pesar de que Varo no se distingue por aparentar y querer salir en la foto, sino más bien todo lo contrario, hizo su primera aparición pública con Amaia en la boda de Rafael Medina y Laura Vecino en 2010.
Desde muy joven empezó a destacar como empresario en su Sevilla natal. Fue labrando una exitosa carrera empresarial, primero con la apertura de Puro Beach Marbella o el restaurante Otto en Madrid, aunque la que más destacada fue cuando entró en Pepephone en 2012 junto a otro de sus grandes amigos, Javier Hidalgo y que en 2016 vendió a Masmovil por 158 millones de euros. Tal y como reconoció Varo en unas jornadas de la Cámara de Comercio de Sevilla, "estábamos encantados con la empresa y sus posibilidades y no deseábamos vender realmente".
Fue precisamente su madre, Juana Amalia Rodríguez Hernández, quién confió en él cuando le planteó su primera idea de negocio, prestándole 250.000 pesetas. Rodríguez Hernández, abogada, funcionaria de la Junta de Andalucía, histórica del PSOE andaluz y muy cercana a la presidenta Susana Díaz fue diputada en el Congreso. Años más tarde tuvo un importante conflicto de interés cuando tuvo que acatar la disciplina de partido votando el real decreto ley que regulaba el sector de la movilidad urbana y que suponía un importante perjuicio económico al negocio de VTC de su hijo, concretamente de la sociedad Vector (de la mano de Cabify, que tenía un 30%) y que finalmente vendió en 2019.
Rosauro Varo actualmente es presidente de la sociedad GAT Inversiones, que abarca sectores como el turístico, inmobiliario, hostelería y ocio. Antes de ser vicepresidente de Telefónica Audiovisual Digital en Movistar Plus, fue vicepresidente del Consejo y miembro de la Comisión Delegada y la de Nombramientos y Retribuciones del Grupo Prisa, de donde salió tras varios enfrentamientos con el presidente del grupo. También es patrono del Teatro Real.
Quienes le conocen destacan de él sus dotes para las relaciones públicas y su capacidad para relacionarse con clase política española. Dicen de él que pertenece a la nueva hornada de lo que en tiempos se llamó la beautiful people durante el felipismo y que son los empresarios muy bien relacionados con el poder como Javier Hidaldo o Enrique Riquelme. Se le ha visto bailando sevillanas con la expresidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz, y a su vez, fue uno de los invitados a la fiesta de 70 cumpleaños del expresidente José María Aznar, con cuyo hijo, Alonso, tiene gran amistad. Cuando su empresa, GAT Inversiones, celebró su veinte aniversario aprovechó para inaugurar su última gran apuesta, un megacomplejo ubicado entre Estepona y Marbella llamado Laguna Beach, con propuestas de ocio y gastronomía, a la que asistió el presidente de la Junta de Andalucía Juan Manuel Moreno Bonilla o Carmen Calvo, presidenta del Consejo de Estado, entre otros. Su caseta en la Feria de Abril de Sevilla, es un lugar de encuentro VIP que nada tiene que envidiar al palco del Bernabéu.
Ahora Varo vuelve a las páginas de la actualidad ya que según un correo facilitado por Víctor de Aldama al Supremo, el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano contó con los servicios de Aldama para que le propiciara contactos con empresarios influyentes, entre ellos Rosauro Varo, y así poder llegar al presidente de Telefónica, pero Serrano niega con ello irregularidades y que Varo haya cobrado servicios a la empresa estatal.
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