
Ivonne Reyes está atravesando un momento muy complicado de su vida y así lo ha contado en una exclusiva esta semana, donde ha confesado que está completamente arruinada y que lo ha perdido todo -asegura que más de 10 millones de euros- y donde ha tenido que acogerse a la 'Ley de la segunda oportunidad' para empezar de cero. Un durísimo varapalo al que se suma una grave depresión con la que ha tocado fondo y por la que está recibiendo tratamiento psicológico, llegando a confesar que "no seguiría viva si no hubiese recibido ayuda".
Sobre sus declaraciones se ha pronunciado Pepe Navarro, que no ha tardado en hablar de forma clara y directa con el programa ‘TardeAR’. Aunque ha dejado claro que no siente ningún tipo de compasión por la presentadora, reconoce que algo de justicia divina hay en la situación precaria en la que afirma estar Ivonne: "Desde hace diez años le he ofrecido hacer las pruebas pero ella se niega porque sabe que el padre no soy yo. Las pruebas de ADN que me hizo eran para ver si yo era el padre. Si hubiera salido positivo, hubiese accedido. Pero como salió negativo, pues se inventa razones peregrinas. Desde hace diez años viviría en paz, pero mientras siga con la mentira la depresión irá en aumento" ha sentenciado.
Ivonne reconoce que sus problemas de salud mental comenzaron "a partir de la pandemia tuve el quiebre. Estuve a punto de morir con la septicemia y desde ahí fue muy difícil volver. No tenía esa ilusión, ni energía, estaba desganada". Esto, unido a los malos resultados de sus negocios que resultaron fallidos, supusieron un revés importante a su economía: "¡Me he dejado tanto dinero en tan malas gestiones! Llegué a tener tres casas. Paulatinamente te vas adaptando a perderlas", se lamenta Ivonne Reyes, mientras su esperanza reside en la ley de la segunda oportunidad, que le permitiría sortear estas deudas acumuladas en el tiempo.