
José Coronado vive a sus sesenta y siete años un periodo feliz, tanto en su vida íntima, como en la profesional, tras cuatro décadas dedicadas al cine, la televisión, menos al teatro, que lo han convertido en el actor más popular de España y es muy posible que el mejor pagado. Grandes han sido muchas de sus interpretaciones. Y larga su lista de conquistas amorosas fuera de los rodajes, una de las más sonadas con Isabel Pantoja.
José María Coronado García, hijo de una acomodada familia, con un padre ingeniero de telecomunicaciones, llegó a la profesión de actor después de haber probado otras; estudió cuatro años de Medicina y dos de Derecho. Abandonó la Universidad, aprovechó su atractivo físico para ser modelo, también publicista, montó una agencia de modelos, otra de viajes, fue dueño de un restaurante, en tanto que ganaba mucho dinero y se convertía en un seductor, cuando todavía su vida no era pasto de las revistas del corazón.
Por lo contado, la existencia de aquel veinteañero era la de aquellos que solían ser definidos como "culos de mal asiento", aunque en el caso de José él estaba satisfecho cada vez que cambiaba de ocupación. Hasta que a punto de alcanzar la treinta se interesó por el cine y el teatro, hacia 1987. La serie televisiva "Periodistas" lo situó entre los actores emergentes más conocidos. Y así, ascendiendo, Hasta el día de hoy cuando podemos resumir su biografía actoral con estos datos: intervino en una docena de piezas teatrales, ha rodado alrededor de sesenta películas y una veintena series de televisión.

En otro tiempo, antes que él, era Imanol Arias quien acaparaba la mayor parte de películas que se rodaban en España. El más cotizado. El productor José Luis Dibildos quiso contratarlo, pero me contó que el representante del actor no estaba de acuerdo con el dinero que le ofrecía. El caché del vasco nacido en un desaparecido pueblo leonés ya superaba con creces los cinco millones de pesetas por película, lo que sucedía hacia 1980. Pues bien: en la actualidad es José Coronado quien ostenta esa cima a la que todo cómico aspira. No es accesible para ningún informador conocer los cachés de las grandes figuras. Según "El Economista", hace un decenio Coronado cobraba por película doscientos mil euros. Hoy en día, ignoramos adonde ha llegado esa cifra ascendente. Porque no es lo mismo con él en un reparto que si lo sustituye otro con menos tirón comercial en las taquillas o en el panel de las audiencias de la pequeña pantalla.
Hollywood es un nombre mítico para cualquiera. Desde luego inalcanzable desde hace mucho tiempo para un actor español que ignore el inglés. Lo habla José Coronado, y aunque ha intervenido en algunas ocasiones, junto a Andy García y Sharon Stone, no aceptó quedarse allí a vivir. No es lo mismo interpretar en ese idioma que en el vernáculo. Y tampoco Coronado quiso en su momento desligarse de su familia, sus amigos y de costumbres como las de asistir a los partidos del Real Madrid, su club favorito, por no hablar asimismo de las comidas españolas.
Una de sus aficiones era el paracaidismo. Y utilizamos ese pasado dado que su práctica le pudo costar caro y no contarlo. Lo refería así: "Me acordé de abrir el segundo paracaídas cuando sólo me quedaban trescientos metros para llegar al suelo". Vive de milagro desde entonces. Gozando por otra parte de buena salud, en 2017 por poco "la palma", al sufrir un infarto. Dedujo al salir de aquel trance que no debía abusar de su buena suerte: debía trabajar menos, renunciar a tantas ofertas como le llegaban de las productoras. Pasó por un prolongado episodio depresivo. Y eso que ya no era asiduo de discotecas ni fiestas. Es difícil verlo ahora en cócteles o entregas de premios, como no sean por obligación: se cuida.

A lo que no ha abdicado José Coronado es a cambiar de pareja: "No puedo quejarme de lo mucho que he amado… y de lo que amaré". En eso es sincero. Como lo fue cuando le confesó a su mujer, Paola Dominguín, a quien conoció rodando "Brumal" en 1987 y con quien tuvo un hijo, Nicolás, que se había enamorado de Isabel Pantoja, su coprotagonista en "Yo soy esa". La hija de Luis Miguel y hermana de Miguel Bosé, que ya se olía la tostada, le dijo textualmente (tal como ella misma declaró en su momento): "En ese caso, disfruta, y adiós". Y José Coronado "ahuecó el ala" y dejó el hogar en que vivía con Paola y el niño Nicolás de tres años; quien cuando fue haciéndose mayor prefirió vivir con el padre.
Aquel romance con Isabel Pantoja fue breve: lo que duró el rodaje, seis o siete semanas, y unos pocos meses más. Isabel "se coló" por José Coronado: era la primera vez que se acostaba con un hombre después de enviudar de "Paquirri". A Coronado ya no le atraía Isabel si para ello tenía que viajar hasta la finca "Cantora" y convivir con la familia de ella, su madre, su hermanísimo Agustín…No comulgaba con ese ambiente de la romería del Rocío y costumbres afines. Y se olvidó de ella.
Cuanto vivió el actor desde entonces hasta el presente lo condensaremos aquí. Otro apasionado amor con la menor de las hijas del cantaor Antonio Molina, la actriz Mónica. Se conocieron en un desfile de Roberto Torretta. Tuvieron una hija, Candela. Y rompieron pronto. Transcurría 2003 cuando surgió un amor de verano con la actriz Paula Echevarría, veinte años menor que él. En Nueva York se vio a José paseando muy cariñoso del brazo de Esther Cañadas. "Picoteaba", como se ve, con actrices y alguna modelo. Hasta que lo hizo con alguien de nuestro gremio, la periodista Elena González de Prado. Lo que sucedo en 2010 hasta tres años más tarde. Tres años también más adelante, se reconciliaron. Pero entremedias, Coronado no pudo resistirse al misterio que le surgió al conocer a Eugenia Martínez de Irujo. Compartieron el amor íntimo en Ibiza, luego también en París, donde allí él hubo de rodar parte de la película "El hombre de las mil caras". Pero el encanto sucumbió meses más tarde: al galán no le iba seguir más con la duquesita de Montoro, no fuera ser que él acabara siendo duque consorte. Y así, con otros ligues de "quita y pon" llegó al presente, entusiasmado con la joven actriz Irene López Juárez, con la que simpatizó tres años atrás rodando la serie "Entrevías" en su segunda temporada. Confirmaron el romance durante la promoción de la película "La chica de la nieve". En el pasado mes de abril estuvieron disfrutando de un crucero por las aguas del Rin. "Es mi todo", escribió ella sobre él en su cuenta de "Instagram", adjuntando una fotografía en la que José la sostenía amorosamente en brazos. En esa travesía los acompañó Nicolás. Éste, que tiene treinta y siete años, experto en Bellas Artes, está muy unido a su padre, aunque ya tiene vida propia y convive con una profesora de yoga, Natalia Moreno. La otra hija de Coronado es Candela, interesada en el mundo de la moda. Ve a su padre de vez en cuando.
José Coronado estrenó a mediados del pasado mayo la serie para Netflix titulada "El legado", que a la crítica no le ha gustado mucho pero sí a la audiencia. Sobre todo porque el actor, ganador de dos Goya, es quien atrae por encima de la calidad de los guiones que le llegan, a cuantos miles y miles de admiradores tiene. Se lo merece. Y en cuanto a su carácter, es afable y educado. No se le subió la popularidad a la cabeza, esa cabeza de tribuno romano que tiene.