
El pasado sábado, 7 de junio, fue un día muy especial para Nuria González. Su hija menor Alma, fruto de su matrimonio con el recordado Fernando Fernández-Tapias, cumplió la mayoría de edad. Fiel a su discreción y lejos de las multitudinarias puestas de largo de los hijos de otros miembros destacados de la alta sociedad, lo celebraron con una fiesta íntima rodeados de sus familiares y amigos más cercanos.
La joven, que está muy unida a su madre y a su hermano Iván (22), ha heredado la belleza y la elegancia sobria de la modelo palentina, además de algunas de sus pasiones, como la moda, la tauromaquia o su amor por el Real Madrid. Es habitual verlas juntas en la plaza de toros de Las Ventas, en La Maestranza de Sevilla o en el Santiago Bernabéu cuando el equipo merengue disputa algún partido importante.
Muy madura para su edad, Alma tuvo que afrontar la muerte de su padre cuando tenía solo 16 años. Un durísimo golpe que la unió todavía más a Nuria, que dos días después de que su hija haya cumplido la mayoría de edad reapareció radiante en la fiesta con la que Vanity Fair celebró su 'Golden Hour' en la emblemática Casa Velázquez de la capital.
La viuda de Fefé, que poco a poco retoma su vida social tras el fallecimiento de su gran amor, destacó por su elegancia en clave sobria luciendo una camisa satinada blanca, pantalón de pinzas ligeramente acampado en color crema, cinturón ancho de rafia con doble hebilla circular, y bolso de mano trenzado en coral.

De lo más sonriente cuando la prensa le preguntó por el cumpleaños de Alma, del que evitó revelar ningún detalle, Nuria sí confesó que por el momento no han planeado las últimas vacaciones de la joven antes de iniciar sus estudios universitarios: "Todo muy bien, pero todavía no tengo el verano planificado, poco a poco", expresó.