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África en pantalla grande y sin alfombra roja

Hasta el próximo sábado, Córdoba celebra el Festival de Cine Africano, una cita para conocer las películas del continente.

Hasta el próximo sábado, Córdoba celebra el Festival de Cine Africano, una cita para conocer las películas del continente.
Fotograma de “Malagasy mankany”

Es un Festival de Cine pero no tiene alfombra roja ni photocall. Los directores comparten butaca con los asistentes en salas que raramente están a rebosar. Sin focos, canapés ni cazadores de autógrafos; sólo manda el cine y un objetivo tan colosal como el continente protagonista: descubrir África a través de 66 películas.

Una pequeña muestra de una cultura cinematográfica que está cómoda fuera de circuitos comerciales, pero obligada a la advertencia previa: "Se cree que lo que va a verse son unos dramas horrorosos que harán pasar un mal rato, y no" avisaba la directora del Festival, Mane Cisneros, en la gala inaugural. África, y también su cine, es mucho más que guerra, pobreza y hambre; y así trata de reflejarlo. En su décima edición, sigue en combate contra el desconocimiento cinematográfico -y también general- del otro lado del Estrecho, atacando desde esta orilla. Para ello ofrecen un menú no sólo compuesto de películas made in África, sino también de producciones extranjeras sobre el continente negro.

En este sentido destacan títulos como El Rayo, de los españoles Fran Araújo y Ernesto de Nova. Recién llegada del Festival de San Sebastián, cuenta la historia real de Hassan y su viaje por España en tractor, rumbo a su Marruecos natal. Una deliciosa y tierna road movie que sin profundidades innecesarias, seduce con esta quijotesca aventura desde Cózar hasta la estribaciones del Atlas.

Mucho más marciana y severa es Babylon, retrato del particular Babel vivido en el campo de refugiados de Ras Jdir durante el inicio de la insurrección en Libia. Una cinta documental que se mueve en un terreno experimental poco accesible que ha cautivado unánimemente a la crítica.

África se cuenta a sí misma

Si el Festival tuviera algo parecido a unos "cabeza de cartel" estos serían C'est eux les chiens (Los perros son ellos), Ya Man Aach (Era mejor mañana) y Nairobi half life, de David Tosh Gitonga, que aterrizan en Córdoba tras el aplauso y los galardones cosechados en las grandes ligas de Festivales como Cannes o Dubai.

Las ganas de África de contarse a sí misma se palpan en las pequeñas historias, reinas absolutas de la mayoría de los largometrajes: desde la Anne de la keniana Something Necessary a la vida del actor de One Man's show. Las luces de las modestas salas de proyecciones cordobesas también se apagan para ideas desconcertantes, como Death Metal Angola, o exploraciones de dictaduras recientes como el thriller Nesma. Una selección vasta y heterogénea, a imagen de África, algo más que un nombre geográfico.

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