La almeriense Encarna Navarro, una de las participantes de Operación Triunfo, se desnuda en la portada de Interviú y, al tiempo que presenta su nuevo trabajo musical, critica muy duramente al concurso con el que se dio inicialmente a conocer.
"Lo que hizo OT conmigo fue una injusticia. Desde el primer momento en el que comunico a la organización mi discapacidad, no me creen. Yo me presenté a un casting muy ilusionada. Pero no me dejaron. Cuando España se volcaba después de hacer público mi problema de audición, hubo interés en echarme cuanto antes".
Dice que de sus compañeros sólo puede hablar cosas buenas. Pero no de la organización. "Me sacaron del hotel en el casting final una noche a altas horas para ir a la clínica privada donde me realizan las correspondientes audiometrías, con las que el médico confirma lo que yo había expuesto a la organización y al jurado".
Con motivo del estreno de su nuevo nombre artístico, Enna, ha dado jugosos titulares muy críticos con el concurso en el que ingresó hace ahora siete años.
La conclusión es simple: "Si no veían compatible mi minusvalía con el programa, no tenían que haberme dejado entrar". Y asegura que le dijeron que si hubiera seguido en el concurso, "al año siguiente los casting se les hubieran llenado de ciegos, sordos o mancos y que el concurso no era una ONG".
Encarna dice ser consciente de que esas declaraciones "van a cerrarle muchas puertas en el mundo de la música", pero que no lo hace por su tranquilidad sino por su "dignidad".