El programa Es Sexo de Cine que habitualmente conducen Ayanta Barilli y Eva Guillamón contó el jueves con Andrés Arconada para hablar del melodrama Más allá del jardín (1996), una película protagonizada por Concha Velasco, dirigida por Pedro Olea y basada en una novela de Antonio Gala (y guión de Mario Camus) que narra las vicisitudes de Palmira, una mujer que acude como voluntaria a África tras unos trágicos acontecimientos del pasado.
Palmira era, explicó Ayanta en esRadio, la insatisfecha mujer de un noble terrateniente sevillano que llevaba años sin acostarse con ella. Además, su hijo adolescente tenía problemas que no le contaba, su hermana era rebelde y aficionada al alcohol, y su hija se veía con un hombre a escondidas...
"El libro no me gustó, tiene una primera parte muy farragosa", recordó Arconada. "Cuando Concha me dijo que iba a hacer la película me pareció bien, porque el personaje femenino era maravilloso, y ella tenía la intuición de que sería el último gran protagonista que le darían en cine. Al final, el guión de Mario Camus resultó superior a la novela". Él y Gonzalo Suárez tuvieron mucho que ver en "limpiar" un libro que además era muy difícil de adaptar, era "una novela que no es buena".
"Ella pasa de ser una señorona a desnudarse y mostrarse como es, dar un salto tremendo y encontrarse en Ruanda con su primer amor".
"Volverá destrozada pero siendo otra mujer, entre medias le sucederán todo tipo de desgracias", describió Arconada. Lo mejor, convinieron ambos, es la interpretación de Concha Velasco, a años luz del resto del reparto. "Ella es capaz de hacer cualquier cosa, drama, comedia, televisión, teatro. Es extraordinaria en ese sentido, ahora es más común porque los actores tienen una escuela y posibilidades más amplias, pero cuando ella comenzó no existía. Es una de las pocas en España con ese abanico tan amplio y recorrido tan largo. Todavía ahora".
Y luego está la cuestión sexual: "Ella dice que su sexualidad no acaba a los 50 pese a que está casada con un marido que se va con otras más jóvenes. No por promiscuidad sino por justicia consigo misma, por buscar el amor y el placer". Ella se va con el personaje de Manuel Bandera en una relación puramente sexual, para reencontrarse con el sexo. "Ella dice 'ahora o nunca', tira para delante, aunque se vaya a meter en líos enormes".
La película, en definitiva, lo que te dice es que "nunca es tarde para buscar un resquicio de felicidad, de encontrar tu propio camino".