La presencia de la candidata del PP al ayuntamiento de Madrid en el programa Qué tiempo tan feliz, de Telecinco, revolucionó internet en la tarde del sábado. No sólo por la atención mediática que Esperanza Aguirre despierta cada vez que acude a un plató de televisión, sino por el desparpajo con el que afrontó los retos del guión que le había preparado María Teresa Campos. Gracias a ello, el hastag #EsperanzaAquirreQTTF se convirtió en tendencia en Twitter.
Aguirre desveló cuáles son las canciones de su vida, la música que le ha acompañado siempre, y no tuvo ningún problema en cantarlas a viva voz. En un momento dado, hasta se arrancó a bailar junto a María Teresa Campos. Fue con el tema "No estamos locos", del grupo Ketama, uno de los preferidos de Esperanza Aguirre, como ella misma se encargó de demostrar levantándose de su asiento y sumándose al baile con los integrantes del grupo musical del programa.
Aguirre demostró nuevamente que no tiene complejos y se definió a sí misma como "una pija pata negra". Entre las anécdotas de su vida, reveló que supo que se iba a casar con su marido, Fernando Ramírez de Haro, porque una vidente, amiga de su madre, le echó las cartas y salió el rey de tréboles "un hombre vinculado al campo. Y ese es mi marido", explicó la dirigente popular.
El programa sacó las cámaras a la calle para que los viandantes le dijeran con una canción lo que pensaban de ella. Los madrileños se arrancaron por Alaska ("A quien le importa"), por Raphael ("Es un escándalo") y, naturalmente, con la inevitable "Esperanza sólo quiere bailar el cha-cha-chá".
Aguirre declaró nuevamente su admiración por Joaquín Sabina, con quien le separan tantas cosas en materia ideológica, cuya canción "Y nos dieron las diez" es ya parte de su vida. La presidenta del PP madrileño expresó también su predilección por el soul. "Ah, que le gusta el show", respondió María Teresa Campos, confundiendo el término.
Con las anécdotas de la vida de la entrevistada, los errores de la entrevistadora y los bailes de las dos, Qué tiempo tan feliz se convirtió por méritos propios en el programa más seguido de la tarde del sábado.