El primer Debate de Gran Hermano VIP conducido por Sandra Barneda ha sacado a colación todos los enfrentamientos y conversaciones de los participantes de esta recién inaugurada edición. Y ha sido Laura Matamoros, la hija del colaborador de Sálvame, la que junto a Fran -antes conocido como pequeño Nicolás- se ha llevado la mayor parte de las atenciones.
Makoke, la pareja de su padre y madrastra de Laura, estuvo en plató para alimentar la guerra. Hay que tener en cuenta que su hijo Javier Tudela también está en la casa de Guadalix, por lo que se esperan jugosos cruces entre los hermanastros. Él, de todas formas, está demostrando ser más pacífico que la joven hija de Kiko Matamoros.
Durante el programa también se sacó a la luz un curioso proceder de Fran, alias el pequeño Nicolás. El que decía que era espía del CNI encargó dosieres del resto de los concursantes, una revelación del cabo Hormigos, de la Policía Municipal de Madrid, convocado para defenderle en plató y que fue recibida como un enorme escándalo. Los contertulios llegaron a preguntarse si, además de sobre sus compañeros en la casa, también había encargado un informe sobre ellos. De modo que ahora todo el mundo está buscando los dosieres del pequeño Nicolás para esta edición de Gran Hermano...
Respecto al drama de los Matamoros, todo podría resumirse en una enigmática frase de Laura. "Yo tengo pan y tú tienes jamón", dijo ésta a Lizfanny Emiliano, una frase destinada a sacar a la luz los problemas internos de la familia. Centrados, según se apunta ya, en la falta de atención que le habría dedicado su padre Kiko, más pendiente -siempre según la versión de Laura- de la familia de Makoke y su hermanastro Javier que de ella misma.
Laura tiene algo de tirria a su hermanastro, Javier Tudela, a quien ya ha reprendido en diversas ocasiones, y del que asegura que no sabe cómo es realmente su madre. Makoke trató, por su parte, de despejar balones sobre su familia en el plató del Debate. "Kiko es una persona fría, no es ni excesivamente cariñoso con mis hijos ni con los suyos". Laura no entiende cómo su padre puede proteger a su actual pareja, porque sabe que en el fondo él no es feliz con ella.
Entre tanto, otra cuestión: el ex Gran Hermano Kiko Hernández ha pisado de nuevo por la casa de Guadalix de la Sierra tras 14 años de ausencia, cuando participó en la segunda edición del reality. Su cometido, además de avivar el fuego de las polémicas, era dejar una simbólica estatua del Dios Horus que otorgaba el poder de salvación a un afortunado, que en este caso resultó ser Alejandro Nieto.
El debate del domingo también fue pródigo en revelaciones de otros concursantes. Es el caso de Rosa Benito, que asegura haberse hecho budista sin haber dejado el cristianismo. "Soy cristiana pero el budismo me ha venido muy bien", confesaba a Carlos Lozano, que además de tener una bronca con Fran Nicolás, también se postuló como uno de los rompecorazones de la edición (quizá, quién sabe, con la propia Rosa...).
Eso por no hablar de su discusión con Fran, al señalar su presunta homosexualidad. Algo que ofendió mucho al joven, hasta ese momento ocupado dando sus peculiares clases de protocolo a los demás concursantes, y que generó la primera gran discusión de la edición. Posteriormente, Lozano confesó que no había tratado de ofender a Fran Nicolás, y que solamente estaba de broma. "La guerra es lo que mola", dijo el presentador al respecto.