Rosa Benito fue la última expulsada de Gran Hermano Vip, con más del 50% de los votos, algo que no sorprendió a nadie por el poco juego que ha dado en estas semanas. Sin ninguna duda, el público la castigó por "parecer un mueble" dentro de la casa de Guadalix.
La exmujer de Amador Mohedano fue recibida en el plató por abucheos y quejas, por llevárselo calentito sin hacer absolutamente nada. Tuvo que enfrentarse al público y a Jordi González, presentador del espacio, que la acusaban de no haber hecho nada dentro de la casa. "Quería vivir su concurso sin hablar de nada de fuera", se excusó, a lo que el presentador le contestó que "ella había hecho lo mismo que siempre había criticado".
Con cierta mala leche y tras numerosos abucheos, Rosa dijo que "si había sido un mueble dentro de la casa, había sido uno de los caros", comentario que no hizo mucha gracia a la audiencia. También aclaró que no le decepciona o sorprende la actitud de la audiencia y que "si estaba allí era por el público y por eso decía que olé por el público". Ahora solo queda esperar para saber quién será el expulsado la próxima semana entre los cuatro nominados: Sema, Carlos Lozano o Alejandro Nieto.
Fran Nicolás, repescado y con privilegios
La audiencia de Gran Hermano Vip lo tuvo claro: querían que Fran Nicolás volviera a la casa de Guadalix. La audiencia le ha brindado una segunda oportunidad al joven, sin importarles, a ellos y a la organización, que tenga que salir de la casa este viernes para acudir al juzgado, tal y como informó El programa de Ana Rosa.
Y es que el joven tiene que declarar por la polémica comida de Ribadeo en la que se hizo pasar por miembro de la Casa Real y organizó para el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, una espectacular comida. Está siendo investigado por varios delitos, como estafa, falsedad documental, usurpación de funciones públicas, cohecho y malversación. El Juzgado le citó a declarar este 26 de febrero, día después de su entrada al reality. Esta situación no preocupó al joven y aclaró que, si entraba, "salía el viernes a declarar y volvía".
Por otro lado, el joven prometió dar juego y guerra, pero su entrada fue más bien tranquila. Nada más llegar habló con Alejandro Nieto, dejando claro que había olvidado todo lo que había dicho de él dentro de la casa y solucionando sus diferencias. Se quedó muy sorprendido cuando comprobó que en la casa se respira tensión y conflicto, sobre todo después de presenciar la monumental bronca que protagonizaron Belén Roca y Carlos Lozano, en la cual prefirió mantenerse al margen.