Gran Hermano VIP se encuentra en la recta final y uno de los principales atractivos del reality ha sido el descubrimiento del que se ha convertido en uno de los dramas familiares de la televisión por excelencia, el del clan de los Matamoros. Kiko Matamoros y su exmujer Marian Flores, su actual pareja Makoke y los seis hijos que tienen entre todos han ocupado horas de televisión y páginas de revistas del corazón. De momento, la mayoría de ellos ha sabido sacarle partido a su apellido.
Si Laura resulta ganadora del concurso (todo apunta a que se medirá con Carlos Lozano), las primeras declaraciones sobre su padre y su familia serán muy esperadas, sobre todo si las hace a través de una exclusiva. Varios expertos en este tipo de informaciones aseguraron en el programa Sálvame que el precio por su entrevista rondaría los 50.000 euros.
En una cara de la moneda están los mediáticos Laura, Diego Matamoros y su hermanastro Javi Tudela. En la otra, se encuentran Lucía Matamoros, la hija mayor de Kiko y Marian Flores, su hermana pequeña Irene y Ana Matamoros, la única hija en común del colaborador de Telecinco con Makoke, ambas menores de edad. Las dos últimas tienen aproximadamente la misma edad, pero su atención mediática es muy distinta.
Irene tiene 17 años y dedica su cuenta de Twitter a una fuerte campaña para defender a su hermana mayor y convertirla en ganadora de GH VIP. En la red social tiene casi 12 mil seguidores, por lo que a pesar de su juventud, sabe que en esta red puede conseguir gran poder de convocatoria. El propio Kiko declaró en su momento que la relación con Irene es inexistente, ya que nació en un momento en que el vínculo amoroso con su mujer estaba roto. La joven sería uno de los principales motivos por el que los hijos de Kiko le lanzan dardos continuamente en televisión ya que, según ellos, su padre nunca se ha preocupado de pasarle la pensión estipulada.
A pesar de todo, Irene lleva una vida discreta como una estudiante normal más y comparte fotos pasando el tiempo libre con sus amigos. Eso sí, alguna vez también ha dedicado algún tuit envenenado a su padre, como el día de su cumpleaños, cuando le recriminó que no la había felicitado ni preguntado por las notas. Su hermano mayor Diego se metió en medio: "No cambia… lo de siempre. Pero no pierdas el tiempo escribiéndole y menos por aquí. ¡Que le den! ¡Buen padre!", decía irónico en Twitter.
@KikoMatamoros Ayer me lo pasé genial en mi cumpleaños, gracias por llamar.
— Irene Matamoros (@IreneMatamoros) 8 de julio de 2015
Ah, y las notas también muy buenas, por si te interesa.
Quizá el extremo más opuesto es su hermana Ana. La hija de Kiko y Makoke tiene 16 años y guarda un gran parecido con su madre. A pesar de tener casi la misma edad, son muy diferentes y, mientras Irene trata de llevar su vida con la mayor discreción, Ana publica continuamente fotos en Instagram, donde tiene más de 40 mil seguidores, dejando ver su belleza, gusto por la moda y estilo, como si se tratara de una celebridad más.
Al contrario que su hermana Irene, le gusta presumir de padre, diciendo orgullosa que le adora. Según Kiko, desde el principio intentó compensar la poca atención a los hijos en común con Marian mimando y consintiendo al máximo a su otra hija adolescente, algo que Laura siempre ha criticado en público, echándole en cara que solo se dedique a su nueva familia.
Lucía Matamoros, la mayor de todos los hermanos, tiene 30 años y es la que más tiempo ha convivido con su padre, al que a día de hoy no le dirige la palabra. Sufrió las continuas peleas de sus padres, que terminaron en divorcio. Es la más discreta de la familia y jamás la hemos visto en televisión, ni siquiera en redes sociales, porque ha optado por mantenerse completamente al margen.