Sólo ha pasado una semana desde que empezó Supervivientes y ya hay varios concursantes que aseguran no poder más y que están a punto de abandonar el concurso, como está pasando con Mila Ximénez. La colaboradora de Sálvame asegura que ya no le quedan fuerzas para continuar en el reality, por lo que se describe como "una pésima superviviente".
Mila llevaba varios años luchando por participar en el concurso pero ahora que está dentro solo piensa en salir. Prometió que tenía las fuerzas y la energía hasta arriba para darlo todo en Honduras, pero o lo ha dado todo en menos de una semana o la experiencia está pudiendo con ella, ya que piensa seriamente dejar esta aventura. Aunque sabía que las condiciones eran duras, nunca creyó que podría pasarlo tan mal.
Por un lado no descansa por las noches al no dormir por los ataques de ansiedad que sufre, lo que hace que no tenga energía y, por otro lado, su estado anímico está bajo, algo que no le está ayudando en nada. Solo se acuerda de su hija, de lo mucho que la echa de menos y de la vida que tenía en Madrid.
"Mi estado de ánimo es intentar no fastidiar el concurso de mis compañeros", aseguró este miércoles, y prometió que "aguantaría un poco más". Se siente como "una pésima superviviente" y llegó a reconocer que "no es tan fuerte como pensaba". Mila está convencida de que está llevando muy mal "el periodo de adaptación" y su tensa relación con Dulce no la ayuda a sentirse más a gusto en la isla.