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Omar Suárez recopila sus anécdotas con los famosos en 'Soy un reportero en apuros'

Siempre ha tenido claro que quería trabajar en televisión y todos estos años le han dado decenas de anécdotas que recopila en su primer libro.

Siempre ha tenido claro que quería trabajar en televisión y todos estos años le han dado decenas de anécdotas que recopila en su primer libro.
Omar Suárez | Soy un reportero en apuros

Omar Suárez se ha convertido en uno de los reporteros de televisión más queridos por el público, pero para conseguirlo ha tenido que pasar por innumerables situaciones, desde las más divertidas y surrealistas hasta otras un poco más desagradables. De todas ellas ha aprendido y, después de 16 años en la profesión, ha recopilado sus anécdotas preferidas en su primer libro: Soy un reportero en apuros. Páginas llenas de humor con un estilo irónico muy particular en las que repasa su experiencia con decenas de personajes del mundo del cuore.

Licenciado en Periodismo, confiesa que su sueño siempre fue trabajar en televisión. "Estudié Periodismo porque tenía claro dónde quería estar". Y después de empezar su andadura en los informativos de fin de semana de Televisión Española, ya se sabe que el que la sigue, la consigue. Omar se ha creado un nombre propio después de pasar por espacios de entretenimiento como Mamma Mia, Gente o El programa de Ana Rosa hasta llegar a su trabajo actual: Sálvame.

P.- ¿Cómo has seleccionado las anécdotas que recopilas en el libro?

R.- He seleccionado las que más recordaba, muchas que encontré en documentación con la ayuda de mis compañeros pero, sobre todo, las más divertidas, ¡y las que se pueden contar! En los ratos libres me sentaba en el ordenador y tiraba de archivo, de Ana Rosa, de Sálvame… Y poco a poco iba seleccionando. Las más grandes me marcaron tanto que no hace falta recordarlas, las llevo conmigo.

P.- La profesión de reportero en la prensa del corazón siempre ha sido muy criticada. ¿Cómo la defenderías?

R.- Para mí es muy fácil defenderla y siempre lo he hecho. Estudié Periodismo porque tenía claro que quería trabajar en televisión. En la facultad mis compañeros querían ser corresponsales de guerra, periodistas políticos... Pero yo directamente defendía el programa de María Teresa Campos y decía que estaba muy bien. ¡Los compañeros se me echaban encima! Ese programa tenía información, mesa política, concursos, comentarios sobre realities, prensa del corazón y, sobre todo, entretenimiento, y el entretenimiento forma parte del periodismo. No he tenido ningún problema con defender este tipo de prensa jamás. Donde mejor me lo he pasado y donde he podido ser más creativo ha sido en programas del corazón.

P.- Da la sensación de que tu trabajo puede parecer fácil...

R.- Mi profesión está muy desprestigiada por todos. Cuando te dicen: "Pobrecito, tantas horas en la calle, con el calor que hace, deberías estar en un plató". Ahí ya menosprecian tu trabajo. Yo no quiero trabajar en un plató, estoy feliz así. Y eso que los reporteros estamos de guardia días, como cuando Isabel Pantoja salió de la cárcel, y todo para que la conexión dure apenas segundos.

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Omar, con Luján Argüelles, que le animó a escribir el libro.

P.- ¿Cuál es el mejor momento que guardas como reportero?

R.- Donde mejor me lo he pasado ha sido en los viajes. Sobre todo recuerdo el viaje a Los Ángeles para cubrir los Premios Oscar. Estar allí en la alfombra roja, con los actores, viendo cómo se preparaba todo fue toda una experiencia para mí. ¡Y me mandaron a mí solo! Sin cámara de España, sin nadie de producción... Fue toda una aventura, me pasó de todo.

P.- Algunos famosos se enfadan cuando les preguntas por su vida privada. ¿Has hecho algún enemigo estos años?

R.- Cuando entré en Sálvame, una de las condiciones que les puse a los directores era que quería mantener mi personalidad. Soy amable con los famosos, traía amistades de El programa de AR y no quería que este tipo de programas me hicieran enfrentarme a ellos. Es verdad que a veces tienen ese recelo cuando ven el micrófono del programa, pero otras, cuando ven que eres tú, te hablan precisamente por ser quien eres. Y esa es la gran ventaja que me ha llevado de programas anteriores.

P.- ¿Cómo fueron tus comienzos en Sálvame?

R.- Entré muy emocionado y con ganas, pero al poco de empezar me mandaron a por María José Campanario en pleno enfrentamiento con Belén Esteban. Cuando saco el teléfono y se me echan encima ella y su padre… En ese momento dije: "Madre mía dónde me he metido". Llegué al hotel y le dije a Carlota [Corredera, entonces directora] que me iba del programa. Todo aquello rompía con mi intención de periodista amable. Pero Carlota me convenció para seguir, me dijo que no me preocupara, que esto daría la vuelta y que lo había hecho muy bien. Confíe en ella y a día de hoy hasta me llevo bien con Campanario.

P.- ¿Te ves dando un paso más y convertirte en colaborador o presentador en el futuro?

R.- No me veo como colaborador de Sálvame porque no soy tan generoso como ellos. Me parece que es muy difícil porque hay que "abrirse en canal", dan absolutamente todo y yo no estoy preparado para hacer lo que hacen ellos. ¿En otro tipo de programas? Sí, por qué no. Por ejemplo, me encanta comentar realities, pero mi sueño no es ser colaborador. Y presentador por supuesto, es el sueño de mi vida, ¡como el de todos!

P.- ¿Qué hay de cierto en la enemistad entre Carlota Corredera y Paz Padilla?

R.- En el programa alucinamos bastante, empezamos a leer aquella información en la redacción y no entendíamos nada. Ese mal rollo que se cuenta no lo hemos visto. Las cosas que se contaban de Paz Padilla son completamente falsas. Paz es encantadora con el equipo, cada día derrocha energía, está siempre de bromas... en Telecinco la gente la adora. Nos chocó un poco el texto de ese reportaje. Carlota Corredera está aprovechando al máximo la oportunidad que se le ha brindado y reconoce que no se le van a caer a los anillos si mañana tiene que volver detrás de las cámaras a dirigir.

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Junto a la cantante Nika, de OT, en el programa Mamma Mia

P.- Sálvame es un programa calificado como 'telebasura', pero también uno de los más vistos de la televisión.

R.- No entiendo qué significa el término telebasura. Somos un equipo de personas bastante amplio que trabaja y que cada día se deja la piel. Sálvame es uno de los programas en los que yo he trabajado que más cuida al minuto absolutamente todo. De hecho, estamos tan vigilados y controlados que no podemos cometer ningún error, cuidamos el lenguaje a algunos niveles que, a veces, hasta me sorprenden. Así no sólo se insulta a los profesionales, sino también a los espectadores y me parece muy gratuito llamar telebasura a este programa.

P.- ¿Dónde reside entonces el éxito del programa?

R.- Sálvame ha creado por sí mismo un género televisivo cercano, aquí la gente se siente partícipe del programa. Somos como de la familia y todo lo que les pasa a los colaboradores le ha podido pasar al espectador. El programa es como un reality, más que un magazine, porque todo lo que ocurre es real. Que esa es otra pregunta que siempre me hacen. En Sálvame no hay nada preparado, los colaboradores cuando discuten lo hacen de verdad y se lo llevan a casa.

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