Julio José Iglesias se ha presentado a la versión argentina de ¡Mira quién baila!, que se llama Bailando por un sueño, y ha dado la nota. Es muy querido en Sudamérica así que, a pesar de su nefasta actuación, tanto el público como el jurado se ha tomado con humor su show. La pasada noche, con una audiencia de más de dos millones de personas, vieron cómo el cantante de 43 años se confundía en los pasos, no conseguía hacer un porté, estaba descoordinado y no siguió a su compañera de baile, Julieta Vaccarelli.
La canción con la que debutó fue "Can’t stop the feeling!", de Justin Timberlake, y, lejos de hacer una actuación espectacular, la prensa argentina la calificó "para el olvido". Justificaron el desastre explicando que Julio solo pudo practicar dos veces con su compañera y, tal fue el espectáculo, que a nadie sorprendió que se quedara con la puntuación más baja.
El cantante recibió numerosas críticas del jurado. Éste se las tomó muy bien y confesó que, desde el principio, su baile había sido un horror. Por otro lado, uno de los temas más comentados en los últimos días del hermano de Enrique Iglesias es su caché en el programa. Fuentes cercanas a la productora desvelan a la prensa del país que gana 15.000 euros por aparición, pudiendo llegar a los 150.000 euros por toda la temporada, si llega hasta el final.