Gloria Camila no atraviesa por su mejor momento en Supervivientes. Estos días hemos visto la peor cara de la hija de Ortega Cano, mostrándose como una persona apática y triste que únicamente busca la compañía de su novio Kiko. Una actitud que le ha hecho estar enfrentada con el resto de sus compañeros, incluso con su gran amiga Laura Matamoros, con la que se enfrentó durante un reparto de comida. Este martes, durante la gala de Supervivientes: tierra de nadie, la organización propuso un juego de recompensa que mostró hasta dónde eran capaces de llegar los concursantes para obtener un privilegio y que dejó en evidencia a la hija de Rocío Jurado.
Lara Álvarez planteó a cada uno de los supervivientes una recompensa a cambio de sacrificar cosas como un dibujo de su nieto en el caso de Juan Miguel, raparse la cabeza en el caso de Iván o perder una llamada de su mujer en el caso del cocinero José Luis. Algunos de los concursantes se mostraron solidarios con sus compañeros, como fue el caso de Paola, que renunció a una tarta de chocolate por herramientas para hacer fuego.
Sin embargo, Kiko y Gloria no se mostraron tan condescendientes con el resto. El tronista eligió compartir un plato de espaguetis con su pareja y renunciar a dos piñas para compartir con el resto de supervivientes. Por su parte, la decisión de Gloria Camila también fue muy polémica. La hija de Ortega Cano tenía la posibilidad de recibir una sorpresa en la isla a cambio de aceptar la prohibición de que los hombres de la isla pesquen durante una semana. "Creo que las chicas podemos demostrar que también valemos para pescar", se intentó disculpar Gloria. Al llegar a la isla descubrió que la recompensa era un colchón que únicamente podrá disfrutar ella. Los concursantes no recibieron de buen grado su decisión y le resaltaron lo "egoísta" de la misma. Una cuestión que, aunque quedó en el aire, promete ser el detonante de las próximas discusiones entre el grupo de supervivientes.
El cocinero José Luis tuvo una de las decisiones más aplaudidas por los espectadores: renunció a una llamada con su mujer a cambio de conseguir un kit para hacer pan y compartirlo con el resto de sus compañeros. Aunque dudó durante unos segundos, finalmente tomó la decisión más beneficiosa para el grupo.