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Los secretos de los desnudos más impactantes de 'Interviú'

Interviú cierra después de 40 años desnudando en portada a espectaculares bellezas patrias e internacionales. 

Interviú cierra después de 40 años desnudando en portada a espectaculares bellezas patrias e internacionales. 

Interviú destacó por insertar en sus portadas y el interior desnudos de nuestras más conocidas estrellas del mundo del espectáculo, lo que constituía un atractivo para sus lectores, sobre todo en aquellos primeros tiempos de la Transición. Desnudos eróticos, sí, nunca pornográficos, realizados por excelentes fotógrafos, con buen gusto y refinada estética.

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Marisol en Interviú | Archivo

Hay un desnudo especial porque significó el trampolín perfecto para que la revista alcanzara el millón de ejemplares, cifra que nunca más conseguirían superar. Fue con una protagonista de excepción: Marisol. Era septiembre de 1976, apenas tres meses después de la aparición del semanario. Un bombazo fotográfico gracias a la cámara del brillante reportero César Lucas. Imágenes que Interviú se hartó de volver a insertarlas en sus páginas. Hasta Francisco Umbral escribió a propósito un artículo en prosa poética: "… ninfa desnuda y ronca de tres generaciones franquistas, los pechos de Marisol, glorioso exceso de acumulados abriles, el culo de Marisol, Stradivarius de los culos por su alabeado de Lolita nacional…" ¿Saben cómo llegaron esas imágenes a la dirección de Interviú y en qué circunstancias se hicieron? El mentado César Lucas había sido reclamado unos años atrás, a comienzos de la década de los 70, por el entonces todavía esposo de la actriz-cantante malagueña, Goyanes. De acuerdo con su mujer, pretendían ofrecer un "book" a varias productoras internacionales, toda vez que para esas calendas ya el mito de Marisol niña, no existía. Era necesario transformarla en una estrella conforme a su edad, ya siendo veinteañera. En esa época abundaban los desnudos en la cinematografía europea. César Lucas realizó un reportaje de encargo para el matrimonio Goyanes, que cobró. Entonces ¿por qué tiempo después publicó sin el consentimiento de Marisol tal trabajo? Se había quedado con un surtido de copias. Enfadado porque cuando Pepa Flores (que así se anunció luego Marisol, en su etapa adulta) dio a luz a su primera hija y Antonio Gades, su posterior compañero sentimental, le negó la exclusiva, que según César le habían prometido, actuó de una manera llamemos vengativa, accediendo a que Interviú diera a la publicidad aquellas imágenes. Ni que decir que Marisol, con toda la razón del mundo, montó en cólera. Pero como es una mujer de gran corazón acabaría haciendo las paces con su amigo el fotógrafo. Tarde o temprano tendría que imitarla la mayor de sus hijas, María Esteve. Lo que sucedió un día playero, aunque sólo aceptó posar de cintura hacia arriba, pues llevaba bañador en la parte de abajo. Después, Lola Flores, icono de las más raciales virtudes hispanas, se dejó fotografiar de cintura para arriba en su piscina malagueña de "El Lerele" a cambio de cinco millones de pesetas. En el contrato dejó escrito que "eran fotos robadas". Una mentira como me dijo quien le hizo las fotos, José Manuel Otero, recordado "paparazzi". Lolita, no iba a ser menos, e hizo otro tanto. Y para completar el trío familiar vimos a una Rosario bien untada de crema sobre su piel morena. Y medio desnuda, claro está, porque si no, ninguna de las tres hubiera cobrado.

En adelante, la mayoría de los desnudos fueron conseguidos en sesiones fotográficas en el propio estudio de Interviú. Actrices, cantantes y modelos, llegaron a percibir cifras a veces muy superiores a lo que cobraban por una película, un disco o unas galas. Victoria Abril no tuvo problema alguno en mostrar sus enhiestos pechos, porque cuando se marchó a París rara era la película en la que no aparecía emulando a Eva. Norma Duval, super-vedette del "Foliés-Bergére", también nos dejó contemplar su perfil en pelotas con unos "pantys" que acentuaban su erótica figura, en la que mostraba erguido su pecho izquierdo y un trasero que ni moldeado por Miguel Ángel. En esos primeros años de la revista también Assumpta Serna aceptó lucir sus encantos. Fedra Lorente, que ya siendo "La Bombi" sorprendía por sus llamativos pectorales cubiertos para "Un, dos, tres…", ya los mostró sin velo alguno en plena rotundidad, tumbada en una cama, con el ombligo al aire.

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Marta Sánchez | Interviú

Y Marta Sánchez, más Marilyn que nunca, comparecía ante la cámara en todo su esplendor, exhibiendo busto y pubis sin recato alguno. Cuéntase que le pagaron por ello cincuenta millones de "cucas", aunque hasta que accedió a ello hubo tensas negociaciones. Interviú había adquirido un reportaje gráfico de unos "paparazzi", obtenido en aguas caribeñas cuando la vocalista de Olé-Olé se bañaba en la cubierta de un yate. Enterada de ello, consiguió ver dichas fotos. No contenta con ellas, es cuando llegó al acuerdo con la revista para posar y garantizarse que ella elegiría las diapositivas más vistosas. Los camioneros de media España lucirían en sus cabinas aquel "póster" de Interviú, otra de sus exclusivas. Y José Rodríguez de la Borbolla, exPresidente de la Junta andaluza, quizá turbado ante aquella visión le dedicó un soneto a Marta Sanchez, publicado junto a una de esas imágenes en porretas: "Sinfonía de curvas, pluscuamperfecta, que evoca en lo concreto lo infinito…". Era el número 788 de Interviú en junio de 1991. Fecha histórica en esta historia del despelote.

Siguen dorados los años para Interviú. Massiel enseñaba parte de sus muslos y junto a ellos, este titular: "Puedo ser una rompecojones". ¡Ay, Amparo Muñoz! Tal y como vino al mundo, ya treintañera, tapándose el sexo con unas azucenas. "La mujer más bella del mundo", dijeron de ella cuando fue Miss Universo. Muerta en la flor de la vida por sus excesos. Emma Suárez, contundente en cuclillas a la orilla del mar, con unos soberbios, arrogantes pechos, deslumbrante volumen con sus dos manos tapándose lo que se imaginan. Maribel Verdú, que tantas veces exhibió en la pantalla sus "domingas" y algo más, con sólo dieciséis años se lucía en Interviú entre sedas; repitió la jugada con lencería fina, dejando que pudiéramos admirar su monte de Venus. Ángela Molina, también de potente busto. De vivir su padre, el gran Antonio Molina, a lo mejor se hubiera llevado un disgusto. Me contaba él que se salía de los cines cuando veía a su hija en alguna escena escabrosa. A Bárbara Rey sí que no le importó más de una vez, cuando necesitaba "hacer caja" mostrar su bien torneado pandero en una escena campestre junto a media sandía, un racimo de uvas y un melocotón. Para ambientar, digo yo, tan apetitoso manjar. Habrán observado que hago recuento únicamente de estrellas españolas. Natalia Estrada se tapaba parte de su espalda con un florido ramillete, pero dejándonos extasiarnos con su cuerpo juncal. Carmina Ordóñez siempre necesitaba "cash"; o sea, pasta gansa para sus devaneos, y como si estuviera practicando yoga fue captada tomando el sol sin importarle enseñar su lustrosa delantera. Y Esther Arroyo, antes de aquel accidente que pudo acabar con su vida fue sorprendida cuando leía una revista del corazón en una piscina, también con su desbordante "pechonalidad". Otro día apareció con una hoja de parra tapándose sus vergüenzas. De igual manera que Jacqueline de la Vega, modelo entonces de actualidad y hoy desaparecida, saliendo del agua como una sirena explosiva.

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Rocío Jurado | Archivo

¡Cómo no nos iban a regalar la vista Mirta Miller, Rosa Valenty", Esperanza Roy, Nadiuska, Agata Lys, Yvonne Reyes, Amparo Larrañaga! Amantes de la Naturaleza todas ellas. Más sorprendente fue ver a Sara Montiel y a Marujita Diaz, la primera con sus tetas rodeadas de violetas bajo el agua, y la segunda con su bien sembrado pubis. Paloma San Basilio, más tímida, prefirió mostrarlo pero cubierta con una fina malla. Lo mismo que una etérea Rocío Jurado, envuelta en transparentes tules, que apenas dejaban traslucir nada. Y Rocío Dúrcal, nuestra siempre recordada Marieta, prefirió dejar para la posteridad su pompis. Y siempre, oigan, por amor al arte… de cobrar. Y fueron pasando más años. Y más sorprendentes bellezas en cueros vivos. Silvia Tortosa, manzana en la mano para recordarnos cómo Adán la mordió – la fruta, no a ella- y cayó en la trampa saducea. La misma actitud a lo Eva encontramos en otra foto de Concha Velasco. María Luisa San José, algo púdica, en un atardecer muy sensual. Blanca Marsillach no quiso desprenderse de su negro sujetador, pero a cambio mostró lo otro, asida a un camisón portado como si hiciera el paseíllo en Las Ventas. Las veteranas María Luisa Merlo y María Asquerino, aún de buen ver, no se quedaron atrás en esa libertad de enseñar lo que se van a comer los gusanos. Bibiana con su mano derecha se tapó lo más oculto de su cuerpo, otrora masculino, como si la hubieran cogido en falta. María José Suárez, Miriam Díaz-Aroca, Silvia Pantoja, Blanca Cuesta y muchas más se sumarían también al despelote fotográfico. Belén Esteban frecuentó Interviú, una vez subida desnuda en una "Harley Davidson".

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Miriam Díaz Aroca | Archivo

En los últimos tiempos, con una lista algo más devaluada, quizá quien dio la campanada fue Terelu Campos. Con tan abultada relación de nombres femeninos tal vez lo más sensato hubiera sido publicar para ustedes qué nombres de la farándula faltan por salir en cueros. Pero eso sería no reconocer el éxito de Interviú, cuya desaparición sin duda nos apena.

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