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Chicote baja los humos a Mohamed, la vergüenza de Al Andalus

Chicote trata de poner orden en el caos de la tetería Nazarí en Melilla, un negocio a punto de reventar. 

Chicote trata de poner orden en el caos de la tetería Nazarí en Melilla, un negocio a punto de reventar. 
Chicote en acción | La Sexta

Aires exóticos para el nuevo Pesadilla en la cocina, en el que Chicote se metió de cabeza en Nazarí, una tetería melillense regida con ilusión pero nula fortuna por Mohamed desde hace cuatro años. El local es el sueño de su joven propietario, que aprendió en Granada el legado de la cocina morisca. Tan en secreto que se niega a desvelar las recetas incluso a sus empleados, a quienes impide incluso el paso a la cocina. Así es: todo lo que hace Mohamed es secreto. Primera subida de ceja de Chicote.

Yusra, la mujer de Mohamed, lo tiene claro: la culpa es de su marido, que por cierto, ha envejecido una década en apenas un par de años dirigiendo los destinos del negocio. Claro que él se denomina el "Rey Nazarí", un detalle que explica algunas cosas del orgulloso Mohamed, que cree haber descubierto las bondades del té directamente de los manuscritos de Al Andalus.

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La dichosa crepe discordia | La Sexta

Vamos con el menú, en el que Mohamed ha desplegado su vena poeta llamando a una crepe "la discordia". Y así todo, lo que llama la atención del práctico Chicote, que por cierto, alabó tanto el té como los pastelitos. Todo lo demás, desde la pastela de marisco a la famosa "discordia", mal, muy mal: regadas de pimentón, la única constante en la cocina de Mohamed, Chicote se tuvo que endulzar con las tartas de la madre del propietario, sin duda lo mejor del menú. Un breve viaje a la cocina explicó parte del drama: no hay espacio para nada, ni para almacenar ni para trabajar.

Muy pronto Mohamed, tan sensible y poeta, se reveló durante el primer servicio como tiránico, inseguro y chillón. Todos los fallos del restaurante nacen del dueño, que se niega a numerar las mesas y trata de abarcar todo en la cocina sin tener los conocimientos adecuados. Del dueño y de algunos empleados, que no admiten que el negocio no va bien. "No entra en Melilla el desastre que tienes aquí", grita Chicote, que asegura que Mohamed se cree que es un crack pero es incapaz de organizar dos fuegos. ¿Por qué Mohamed, tan viajado él, vive en los mundos de Yupi? Padre de un hijo y con otro en camino, es evidente que el propietario se juega el cuello y el de otras personas, entre ellas sus empleados.

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Mohamed, su equipo y Chicote | La Sexta

La gran bronca se produjo con Néstor el cocinero y el camarero Jaime, cuya rebeldía contra Chicote obligó al propio Mohamed a salir al paso y defender al chef. Tras el pico de tensión, llegó la hora de recomponerse, con Mohamed reconociendo en qué medida le sobrepasan las necesidades del negocio: empezó sirviendo té, pero la obligación (y la ambición) de poner comidas lo cambió todo a peor. El chef se llevó a sus clientes a una cocina con profesionales experimentados que motivaron al trío calavera para su negocio de crepes.

Pero cuando al sensible Mohamed se le saltaron las lágrimas fue al ver la renovación del local y su pequeña pero novísima cocina, con fuegos y baterías de cocina flamantes y una nueva organización del limitado espacio. Todo para empezar desde cero con un plus de motivación de cara al último servicio de Chicote en la tetería Nazarí, que no fue fácil pero sí bastante superior a lo visto hasta ahora. A Mohamed le falta orden, pero la comida por fin acompaña y las comandas salen una tras otra. Otro éxito para Chicote, que "ni en el mejor de sus sueños" se hubiera imaginado que todo iba a salir tarde, pero bien. ¿Durará la tetería sin Chicote?

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