'OT' estalla contra la soberbia de sus concursantes: "No nos toméis por gilipollas"

A estas alturas de concurso algo ha quedado claro en Operación Triunfo 2018: sus concursantes solo buscan fama rápida. El éxito que cosechó la edición anterior animó a 16.000 jóvenes de toda España a presentarse al casting, pero los jóvenes están más pendientes de caer bien, firmar discos y generar contenido que de su verdadero objetivo, que no es otro que cantar y entretener. Después de numerosas llamadas de atención e incluso cambios de profesor para solucionar que los concursantes no son capaces de transmitir nada, su última "broma" ha terminado con la paciencia de los responsables del programa y de Noemí Galera, responsable de casting y directora de la academia.

En la noche del domingo, la academia les preparó una fiesta en el salón para despejarse, pero sin dar las gracias los concursantes prefirieron irse al dormitorio común y celebrar su propia fiesta sin cámaras delante. Es precisamente en este espacio de la academia donde prefieren hablar de su vida personal y hacer gamberradas, como si de un campamento se tratara, olvidándose de que están en un programa de televisión seguido por miles de personas. Después de tirar papel higiénico y libros por la ventana, la organización decidió por sorpresa cerrar con llave el dormitorio hasta las 22:30, media hora más tarde de lo establecido. Como protesta, los jóvenes se plantaron en la puerta a la espera de que Adriá, uno de los trabajadores del programa, les abriera. Su reacción fue hacerle un pasillo mientras se reían sin dirigirle la palabra.

La actitud soberbia e infantil de los concursantes no dejó indiferente ni a los espectadores ni a Noemí Galera, que en la tarde del lunes les echó la bronca más dura de todas. "La falta de respeto no la voy a consentir bajo ningún concepto (...) Ya sé que os suda lo que yo os diga. Seguramente cuando acabe esta charla, os levantaréis a comer, que es lo único que os interesa. Pero espero que no os sude esto", les dijo Galera mostrándoles 10 tuits de los fans y obligándoles a leerlos en alto. "La cola de paro de la industria musical"; "¿Lo único que tienen que hacer es ensayar y hacen esta mierda?"; "Lamentable. Si no aceptan las reglas del programa, que se vayan a su casa" o "no pago yo una entrada por ver a estos niñatos", fueron algunos de los comentarios.

"Tenéis una plataforma estupenda para que la gente os conozca y la estáis dejando pasar. Os vais a ir a vuestra casa y no os va a ver nadie. Las firmas son un puto espejismo y ahora vais como si fuerais los Rolling, que no sé si sabéis quienes son (...) Esto es un programa de televisión. Si queréis estudiar música os vais a un conservatorio. Aquí se aprende, pero también hay detrás un equipo dándolo todo y que ama este programa. La sensación que me da es que no amáis OT, y si no os gusta, la puerta la tenéis ahí", dijo Noemí.

Su respuesta, obviamente, fue justificarse sin hacer autocrítica y llorar. Julia incluso llegó a reconocer que ella hizo un casting para cantar, no para que se hable de su vida privada, sin entender todavía dónde está. Otra concursante, María, aseguró que lo único que ha recibido han sido 10 tuits de críticas, a pesar de que la semana pasada salieron a firmar discos ante miles de personas y tienen más firmas programadas. "Haced lo que os dé la gana, pero no nos toméis por gilipollas". Cansada de su actitud, la directora les recordó que solo queda un mes para el final. Poco se puede hacer ya por ellos.