"Me fui de Sálvame por la puerta grande. Solo volvería si necesitara dinero". Estas fueron las palabras con las que Raquel Bollo de despidió hace casi dos años del programa en el que trabajó para pagar los juicios que mantuvo durante años con su expareja Chiquetete. Una vez resueltos sus problemas, la colaboradora decidió dedicarse a su tienda de ropa y a sus hijos. Pero ahora que las deudas aprietan y su negocio no ha ido como esperaba, Raquel ha vuelto a Telecinco porque necesita dinero, algo que ella misma admitió sin pudor.
El programa montó una mesa con micrófonos como si se tratase de una auténtica rueda de prensa para que Raquel respondiera a todas las preguntas de sus compañeros, que se mostraron muy cariñosos con ella. "Ahora necesito tener el cariño de todos mis compañeros, que sé que lo tengo aunque tengamos días malos", explicó. "Empecé en televisión el año 2003 y nunca me tomé un descanso (...) Ya no tengo fantasmas".
En los últimos meses, Raquel solo ha acudido a Telecinco para aclarar la delicada situación económica que vive junto a su pareja. "No nos hemos pronunciado nunca al respecto y quiero mantenerle al margen. Tuve que cerrar la tienda porque no funcionó, estaba al lado de un centro comercial y fue imposible, pero ahora tengo ganas de continuar este proyecto de otra manera". Sobre sus problemas con Hacienda, explicó que ya tiene pagado "300.000 euros y aún me queda por pagar un poquito, por eso quiero seguir trabajando e ir pagándolo poco a poco".
Según ella, no quiere vivir de nadie y prefiere sacar adelante sus deudas ella sola, por lo que hace varios días se reunió con la cúpula de La Fábrica de la Tele para negociar su regreso. Fue en febrero de este año cuando el programa para el que ha vuelto a trabajar sacó a la luz que su vida no era tan idílica como aparentaba. De las cinco propiedades situadas en la provincia de Sevilla, todas y cada una de ellas se encuentran embargadas e hipotecadas, según aquella investigación.