Miriam Saavedra voló a Honduras para convertirse en el nuevo "fantasma del pasado" de Supervivientes y sacar de sus casillas a Carlos Lozano. El concursante, visiblemente nervioso, mostró su descontento ante la sorpresa del programa: "Esperaba que me recibiera un poco mejor, sinceramente", dijo ella. "Cómo quieres que te mire con todo el daño que me has hecho", contestó Lozano.
Pero el encuentro que no se produjo fue el de Miriam y Mónica Hoyos, a pesar de que a la presentadora le fue comunicada la presencia de su archienemiga. "¿Quién es Miriam? ¿Miriam Díaz Aroca? Dentro de mi cabeza en este reality que es tan extremo solo pienso en mi familia, en la gente que quiero, en la gente que me aporta y en todas las cosas que estoy viviendo. Si te soy sincera, no sé quién es".
Hoyos estaba tranquila, sobre todo porque sabe que su encuentro con Miriam no va a ocurrir, al menos no de cerca. ¿Por qué evitó el programa que se vieran las caras? Según contó la periodista Marta Riesco en El programa de Ana Rosa, Mónica habría vetado a Miriam antes de entrar en Supervivientes. "Mónica puso por escrito que Miriam no se podía acercar a menos de 500 metros", explicó la periodista. En el programa matinal de Telecinco bromearon con esta cláusula que negoció la peruana: "Es como una orden de alejamiento".