Penélope Cruz ya sabía que este año iba a recibir el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián por su dilatada carrera a uno y otro lado del Atlántico, lo que no se imaginaba era el elegido para entregárselo.
Y es que fue nada más y nada menos que el cantante de U2, Bono, el que apareció por sorpresa en la entrega del premio, algo que evidentemente Penélope no sabía a juzgar por la reacción de la actriz, que difícilmente puede contener las lágrimas.