El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Colmenar Viejo ha abierto juicio oral contra José María López Pérez, exconcursante de Gran Hermano Revolution, por el caso de abuso sexual a Carlota Prado que tuvo lugar durante la grabación del reality en 2017.
Así consta en un auto, al que tuvo acceso Europa Press, en el que el juez ordena la apertura de juicio oral contra José María, quien se enfrenta a una petición fiscal de dos años y medio de cárcel, la acusación particular eleva la solicitud a siete años de prisión y 100.000 euros de indemnización. El magistrado impone en el auto también una fianza de 133.000 euros para el acusado y para la productora Zeppelin en concepto de responsabilidad civil para asegurar responsabilidades pecuniarias en el caso de que haya una sentencia condenatoria.
En su escrito de acusación, el representante del Ministerio Público reclama al acusado una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados a la víctima, idéntica cantidad que a la productora del programa por los daños ocasionados a raíz de la exhibición a la perjudicada de las imágenes grabadas.
En este sentido, la Fiscalía recuerda que el objeto del programa es la retransmisión durante 24 horas de la convivencia de los participantes conforme al reglamento de convivencia del programa, "del que se deduce una relación de trabajo de los concursantes con la productora".
La acusación se presenta en la fase intermedia del proceso judicial después de que una juez determinara el pasado octubre la existencia de indicios de la comisión de un delito de abuso sexual.
Bebidas alcohólicas
Los hechos se remontan al 3 de noviembre de 2017, cuando se organizó una fiesta en el interior de la casa "en la que por el programa suministró a los concursantes bebidas alcohólicas". Carlota, que durante el transcurso de la fiesta había ingerido "escasos" alimentos, bebió "al menos "cuatro chupitos de tequila", "por lo que alcanzó un estado de embriaguez que fue acentuándose y evidenciándose a partir de la media noche".
Así, sobre la una y media de la madruga del día siguiente y cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, José María, "que ya se había desprendido de sus pantalones", ayudó a la otra concursante a descalzarse y a introducirse en la cama que venían compartiendo. En ese momento, según afirma la Fiscalía, la joven conservaba puesta la "totalidad" de su vestimenta.
Acto seguido el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio "en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado".
López Pérez, "guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de seminconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo "no puedo".
A continuación el acusado apretó su cuerpo contra el de la joven "en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara".
Al mismo tiempo José María pidió en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil. Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella "solo" acertó a responder que se quitara, "momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado".
La Fiscalía pone de manifiesto en su escrito que José María López Pérez, tras cubrir a ambos con un edredón "continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia"