
El nuevo magacín de sobremesa de La 1, La familia de la tele, continúa en caída libre. Apenas dos semanas después de su estreno, el formato que reunió a parte del antiguo equipo de Sálvame ha fracasado estrepitosamente en su intento de revitalizar las tardes de TVE. Ni los giros emocionales ni la catarsis televisada de sus protagonistas han conseguido despertar el interés del público.
Este miércoles, el programa tocó fondo con su peor dato hasta la fecha. El tramo inicial, de 15:55 a 17:13, en el que Belén Esteban acaparó el protagonismo con una dura crítica al contenido del espacio y anunció su intención de marcharse —algo que, finalmente, no parece que vaya a hacer—, apenas logró un 6,4 % de cuota y 541.000 espectadores. La segunda parte, emitida de 19:08 a 20:32, se desplomó aún más: 5,5 % de share y solo 428.000 televidentes, según los datos de Barlovento Comunicación.
🗣️ En el tramo de 19:08 - 20:32 @familiadelatele en @La1_tve logró 1.756.000 ESPECTADORES ÚNICOS (AA).
🫂 El programa reunió 428.000 espectadores de media y un 5,5% de cuota de pantalla.#LaFamilia14M#Audiencias📺📊 pic.twitter.com/PbzjGvExL1
— Barlovento Comunicación (@blvcom) May 15, 2025
Malestar en plató
Durante la emisión, se vivieron escenas de fuerte carga emocional. María Patiño rompió a llorar en pleno directo y Belén Esteban verbalizó su descontento sin rodeos: "No me gusta el formato, con todo mi respeto a los compañeros. Los temas no me gustan ninguno". Criticó también la estructura fragmentada del programa, su continuación en RTVE Play y el caos provocado por la presencia simultánea de numerosos colaboradores. Aitor Albizua no se quedó al margen de la autocrítica y se sumó al malestar general: "Yo no venía a hacer prensa rosa", lamentó ante la audiencia.
La tensión no se limitó al plató. Se había anunciado la presencia de directivos de RTVE para aclarar el futuro del espacio, pero finalmente solo se leyó un comunicado en el que se confirmaba una reunión de urgencia con la promesa de comunicar en breve medidas drásticas a la productora. Hasta el momento, la cadena guarda silencio sobre el rumbo del programa.
Caída constante
La situación se vuelve aún más preocupante si se observa la evolución de la audiencia desde el estreno. El pasado 5 de mayo, La familia de la tele debutó con unos discretos pero aceptables 8,7 % de cuota y 769.000 espectadores en su primer tramo, y un 9,1 % con 708.000 en el segundo. Pero a partir de ahí, la curva descendente ha sido constante: el 6 de mayo, el programa repitió el 8,7 % en su primer bloque, pero cayó al 7,4 % en el segundo. El 7 de mayo firmó un 6,2 % con 445.000 espectadores en emisión compacta. Solo el 8 de mayo hubo un leve repunte al 9,1 %, aunque la tendencia general no varió.
El desplome se intensificó en la segunda semana. El martes 13 de mayo, el primer tramo se situó en un 6,7 % de cuota (559.000 espectadores) y el segundo descendió al 6,1 % (450.000). Y finalmente, el miércoles 14 —el día de la famosa catarsis televisiva— el espacio firmó sus peores datos: 6,4 % y 541.000 espectadores en la primera parte, y un paupérrimo 5,5 % y 428.000 en la segunda.
Sin apoyo suficiente
Ni siquiera el respaldo de dos series consolidadas como Valle Salvaje (11,1 % de share y 796.000 espectadores) y La Promesa (14,7 % y más de un millón de fieles) está logrando sostener el contenedor vespertino. El conjunto de la franja que engloba ambos títulos junto a La familia de la tele firmó un 8,7 % de cuota y 681.000 espectadores, el peor registro en sus dos semanas de emisión.
Con estos números y un equipo visiblemente desgastado, TVE se enfrenta a una encrucijada: o toma decisiones contundentes de forma inminente o corre el riesgo de arrastrar irremediablemente su franja de tarde al descrédito.