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Extremadura

Extremadura celebra la Hispanidad en Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad

Una fiesta con cientos de caballistas rinde homenaje a la patrona de la región en el mejor marco posible: el Patrimonio de la Humanidad.

Una fiesta con cientos de caballistas rinde homenaje a la patrona de la región en el mejor marco posible: el Patrimonio de la Humanidad.
Una imagen de la fiesta | Turismo Extremadura

La Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe se encarga cada año de organizar la Fiesta de la Hispanidad, declarada de Interés Turístico de Extremadura. En ella, cientos de caballistas se congregan delante del monasterio, para rendir homenaje a la patrona de Extremadura, recordando su coronación como Reina de la Hispanidad por el rey Alfonso XIII en 1929.

Es frente al Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad, a las cinco de la tarde del día 12 de octubre, cuando el estruendo de miles de cascos sobre el empedrado de la plaza se apodera del ambiente y se lleva a cabo el acto de recibimiento de estos caballistas que han cabalgado durante horas, e incluso durante días, para celebrar esta festividad. Pero antes, por la mañana, se imponen bandas y medallas y se nombran los nuevos caballeros de la asociación, que saldrán en procesión hacia la basílica, donde se oficiará una misa en honor a la Reina de la Hispanidad.

Pero además de estos actos en los que se puede participar el día 12, es posible disfrutar de otros eventos en torno a esta festividad, como la entrega de Premios Guadalupe-Hispanidad, conferencias que versan sobre esta temática o el Concierto de la Hispanidad a cargo de la Orquesta de Extremadura.

Una imagen del Monasterio | Turismo Extremadura

En el mejor lugar

El lugar en el que se celebra la fiesta –el Monasterio de Guadalupe- no puede ser más especial. Cuenta la leyenda que a finales del siglo XIII un pastor de Cáceres encontró enterrada junto al río Guadalupe una talla de la Virgen María, escondida allí por unos clérigos de Sevilla que huían de los moros allá por el año 714. Además a Gil Cordero, que así se llamaba el pastor, cuando andaba buscando una vaca, se le apareció la Virgen y le pidió que edificara para ella una pequeña ermita, cosa que hizo.

El rey Alfonso XI, que solía ir a cazar por la zona, decidió ampliarla y en 1337 mandó construir una iglesia mudéjar que declaró Santuario Real. Pero la iglesia del Real Monasterio de Guadalupe se ha levantado tres veces, y la que ha llegado a nuestros días es de estilo gótico.

El claustro del monasterio | Turismo Extremadura

El monasterio cuenta además con dos claustros. El mudéjar es de los más bellos de su estilo. Una de las cosas que más llama la atención es el templete central que se atribuye a Fray Juan de Sevilla.

Pinturas y esculturas

Durante el tiempo en que los Jerónimos gobernaron el santuario, el extremeño Francisco de Zurbarán pintó ocho enormes lienzos para decorar la sacristía. En ellos representó diversas escenas de la vida de estos monjes que habitaban allí por entonces. También decoró los techos y la pequeña capilla de San Jerónimo

En el camarín de la Virgen el viajero creerá estar en la antesala del cielo, y de hecho así es como algunos lo llaman. De planta octogonal y estilo rococó, fue obra de Francisco Rodríguez Romero. En esta sala se pueden encontrar pinturas de Luca Giordano y murales de Francesco Leonardi.

Y no hay que dejar el monasterio sin visitar sus museos. El primero, de bordados, muestra los trabajos artesanales realizados en el propio cenobio. También está el de libros miniados, que se encuentra en el claustro mudéjar. Pero el más importante es, sin duda, el de pintura y escultura, en el que pueden contemplar obras de El Greco y Goya, y que está en la antigua repostería.

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